El gran veraneo gijonés, que este año se ha mostrado muy mejorado con relación a los anteriores por la buena climatología y por los signos evidentes de recuperación económica, afronta su tramo final. La llegada de septiembre provoca el inicio del curso escolar y el comienzo de un curso político que la Corporación municipal elegida en las elecciones de mayo tiene lleno de tareas pendientes. Los munícipes elegidos en mayo dejan atrás las semanas de aclimatación a la nueva situación política, porque nadie duda de que está llena de novedades, y los días de merecido asueto. Ahora los concejales están llamados a un serio trabajo; los del gobierno local, encabezados por la alcaldesa Carmen Moriyón, y los de los grupos de la oposición, que a la vista del reparto de votos van a tener un papel relevante por la necesidad de articular consensos para sacar adelante los asuntos, dada la minoría en la que gobierna Foro Asturias de Ciudadanos.

La experiencia revela que los consensos van a ser muy difíciles en Gijón, cuya Corporación está formada nada menos que por seis grupos políticos que estarán con la mirada puesta en las elecciones generales de fin de año. Pero habrán de intentarlos por el bien de una ciudad que afronta cuatro años decisivos para asentar su futuro. En el mes de septiembre que asoma ya a la puerta hay mucho que hacer: desde dar forma a todas las medidas incluidas en el plan de choque, que en su momento se pactó por unanimidad y que en agosto parece haber perdido fuelle, hasta el desbloqueo del plan de vías, que parece haber recibido un empujón desde el Ministerio de Fomento de Ana Pastor.

El Pleno municipal de septiembre tiene que generar una nueva modificación del presupuesto local para dotar el plan de empleo con cuatro millones y medio de euros que beneficiará a doscientas cincuenta personas. En agosto ya se modificaron las cuentas para consignar cuatro millones en ayudas sociales que no pueden demorarse, como son las ayudas al material escolar o el pago de recibos de luz o de calefacción.

La lista de tareas pendientes se alarga con la elaboración para su posterior aprobación del nuevo presupuesto municipal, destinado al año 2016, el primero de la nueva etapa del gobierno de Moriyón. Además, sentar las bases de la ordenanza de medio ambiente y la Policía verde, como vías de lucha desde el Ayuntamiento contra la contaminación en Gijón, problema que se ha agravado en las últimas semanas por incidentes de sobra conocidos. A esta ordenanza se habrá de añadir la revisión de la ley "antibotellón", que ha entrado en cuestión tras la absurda multa de trescientos euros impuesta a un mendigo en El Llano.

Los partidos políticos gijoneses han de avanzar en el diseño del Plan General de Ordenación (PGO) que permita al sector local de la construcción salir del limbo en el que se halla actualmente y han de lograr iniciativas que desbloqueen los accesos a El Musel o la autopista del mar, además de poner en marcha reforma de calles tan emblemáticas como la del Marqués de San Esteban, paralizadas por la crisis de las adjudicatarias.

La lista de tareas pendientes, como se va viendo, es amplia, lo que convierte las obligaciones de los responsables en vitales y apasionantes para la ciudad.