El municipio asturiano con más habitantes que preside el PP es Cudillero. Mal asunto, dicho sea con todos los respetos porque el tamaño no cuenta si se trata de dignidad pero sí en cuanto al peso político de un partido. Vamos que el PP astur camina a pasos acelerados hacia su extinción. Nada tiene más futuro en Asturias que un nuevo partido de derechas.
La pérdida de la alcaldía de Oviedo ha abierto una vía de agua imparable en los bastiones populares. No hay manera de trasconejar información. Y la jueza de turno acaba de entrar a saco en la institución.
Ya en la pasada primavera comenté en estas líneas que la amenaza más fuerte para los populares era la eventual aparición, en vísperas de las elecciones, de alguno de sus líderes esposado.
No ocurrió tal pero la trama del agua y sus mil derivadas es imparable. Los autodenominados coroneles del PP, de los que se sirvieron en su día sus jefes-generales para cerrarle el paso a Álvarez-Cascos, están con el agua al cuello y nunca mejor dicho.
Y la amenaza del Cagatrava tiene a alguno de los capitanes generales en un permanente baile de San Vito aunque esté con pie y medio en la jubilación.
El PP asturiano lleva camino de las cenizas.
Y a cuenta de El Musel, el PSOE asturiano pinta parecido. Ya está imputado un ex alcalde y lo que venga.
Conviene recordar una vez más que existe un informe oficial europeo en el que se indica que en el año 2014 el 25 por ciento del supuesto fraude en subvenciones de toda la UE corresponde a El Musel ¡el 25 por ciento de toda Europa!
La casta política asturiana tiende a cero. A ver de dónde salen los relevos. Y quiénes son.
