El Papa Francisco concita unanimidades planetarias. Tan es así que los dos diarios más relevantes de la prensa estadounidense, dos "biblias" apócrifas con evangelistas bien distintos y además distantes, llevaron a su portada la misma foto y a idéntico tratamiento tipográfico la llegada del Pontífice a la base de St. Andrew, donde le esperaba Barack Obama para rendirle honores de jefe de Estado. Los norteamericanos no desaprovechan la menor oportunidad para montar un espectáculo, en el aspecto más cinematográfico de la expresión. Un Papa sobre la alfombra roja como si se tratara de una estrella de Hollywood dice muy poco del tratamiento de humildad que conviene dispensar a quien calza las sandalias del pescador. En lugar de Bergoglio, quien ha visitado Estados Unidos está semana, parecía De Niro caracterizado de Papa Francisco en una superproducción de la Fox encaramada a un "Oscar".
