Harto quedó el Sr. Rajoy repitiendo no soy "Trancredo"; sino torero de ruedo, artista de capa, banderilla, muleta y espada? ¡Capaz de torear en catalán!
-No eres "Trancredo", sino "Plasmao". Y se quedó tan pancho; con ojos de pancho; escamas de pancho; espinas de pancho.
No, señor usted no es ni "Trancredo", ni "Plasmao", es el chivo. El sr. Aznar y sus amigos de "faes-nas", lo han designado como el chivo expiatorio que inmolar en el ara del sacrificio con que los "derechísimos" quieren lavar la anunciada hecatombe del PP.
Este reino de desalientos, -ayer absurdos, hoy bobones- busca chivos. El Sr. Rato es hoy por hoy el chivo expiatorio para redimirnos del pillaje.
-En el PP todos éramos honrados, excepto Rato y Luis. ¡Pobre concejal Junquera!
La cárcel de Rato está volviéndose necesidad nacional. La igualdad medida por rejas y barrotes? Rato en la cárcel? Lo pide el cuerpo. El Cuerpo Nacional.
Con Rato en la cárcel, hasta respiraríamos mejor? Llegaríamos mejor a fin de mes. Hasta Aznar, -el soberbio que "bodorreó" a su hija entre chorizos-, estaría mejor.
No le designé Presidente, cuando todos lo querían, porque sabía lo que había? ¡Qué suficiente, el caballero!. ¡Qué gesto! ¡Qué rictus mortuoris!
No resulta vivo atrayente, pero ¡qué mascarilla funeraria hará en su día!...
Presente nuestro chivo provincial, Josiangel Villa, ¡Grande es Dios en el Sinai; y Villa en Rodiezmo!. La UGT le asaetea ahora, ¡bien muerto! ¡Qué prácticas! ¡Qué cacicadas! ¡Qué corrupciones! ¡Qué dietas!...
¡Cándido!... ¡Valiente Menéndez! ¿Era todo ignoto? Los que no cobraban las dietas? ¿no lo sabían? En la contabilidad interna, ¿Nada faltaba?...
Chivo Raxo, al Registro. Chivo Rato, a chirona. Chivo minero, al "guiso".
¡Qué chivos reales para todos los males! ¡Serpens antiqua!
