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Alberto Menéndez

La lista de Podemos

Podemos dio ayer a conocer oficialmente los nombres de las dos personas que encabezarán la lista al Congreso por Asturias en las elecciones del próximo 20 de diciembre: Sofía Castañón y Segundo González. Lo comunicaron ayer como lo podrían haber hecho el pasado mes de julio, que fue cuando el líder de la organización emergente, Pablo Iglesias, sacó adelante su "lista plancha", es decir, los sesenta nombres de los que decidió rodearse para acudir a los comicios legislativos -entre los que se encontraban los asturianos Castañón y González- y que fueron votados por los seguidores de Podemos de toda España. Iglesias cerró entonces el debate sobre los candidatos y, por lo que se ve ahora, con total éxito.

Pero eso no quiere decir que la dirección asturiana del partido morado estuviese de acuerdo con el método elegido por el máximo responsable nacional de la formación para designar a los candidatos de la región al Congreso. Desde un primer momento mostró su oposición a un sistema que restaba el protagonismo a la organización autonómica. Todo había sido cocido en Madrid y la mayoría de los dirigentes regionales y locales de Podemos anunciaron que buscarían fórmulas alternativas para reconducir la situación y elaborar unas listas electorales más participativas, en las que contara la opinión de los militantes y simpatizantes asturianos.

Es evidente que fracasaron. Podemos ha funcionado en esta ocasión como el más tradicional de los partidos tradicionales. De arriba abajo y a escala nacional, sin concesiones a las organizaciones territoriales. Porque, evidentemente, al ser la votación de carácter estatal las opciones de los candidatos autonómicos a encabezar las listas electorales eran prácticamente nulas.

Cabía la opción de enfrentarse abiertamente a Pablo Iglesias. Un suicidio político, sin duda. Quienes controlan Podemos-Asturias saben de sobra que sin él desaparece su principal reclamo electoral. Críticos, sí, pero dentro de un orden. Si hay que ceder se cede. Y en esta ocasión lo han hecho. Al menos, por el momento.

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