Hoy toca reajuste. Ya saben, el guión dicta que el resultado de las elecciones a la vista debe ser, de más a menos, PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos. Hay que formar un tripartito presidido por el líder socialista. El SIR. Sánchez, Iglesias y Rivera. Los números son lo de menos, lo que cuenta es el orden.
Ciertamente, hoy toca reajuste porque Ciudadanos sube demasiado y puede alterar el orden y no lo escribo con una mayúscula pero ustedes ya me entienden. El debate de esta noche es el momento.
Lo interesante de la campaña no es el resultado que ya se sabe sino quien vence y quien es derrotado en el mundo mediático. El duopolio televisivo no abandona la pugna interna por muy cartelizado que esté. No da igual ser primero que segundo.
Ya veremos al final quien gana. Hoy, insisto una vez más, toca reajuste y no va a ser fácil porque Rajoy ha perdido los nervios y ha destapado el juego al denunciar precisamente al tripartito. ¡Hombre, eso es lo único que no se puede decir!
La presencia en el debate de Soraya Sáenz de Santamaría -la motejan de menina: los progres no tienen vergüenza- anuncia la espantada de Rajoy que en ninguna de las combinaciones seguirá en la Moncloa. Pero eso ya lo sabíamos desde siglos. Sobra ZP 2. Cuenta que Sánchez gane a Rivera y como objetivamente es más flojo necesitará ayudas. Es lo que denuncian desde Ciudadanos: ojo, eso tampoco se puede decir. ¿Tongo?
(Para la terapia de esta semana se recomienda vivamente la ópera "El matrimonio secreto", de Cimarosa").
