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Nueces de California

El prefijo en- y la abeja Maya

La irrupción de los llamados partidos emergentes en estas elecciones generales

Me imagino que muchos de ustedes se acuerdan de la canción de la abeja Maya que oíamos cuando éramos pequeños. Decía: "En un país multicolor nació una abeja bajo el sol, y fue famosa en el lugar por su alegría y su bondad?". No hace mucho aprendí que el autor de esta historia fue el escritor alemán Waldemar Bonsels, y más tarde se hizo famosa en la serie televisiva de dibujos animados. Es decir, aunque no lo creamos tenemos bastantes cosas en común con la señora Angela Merkel, pues estoy seguro de que cuando ella era pequeña leyó el libro "Die Biene Maja" y se emocionó, como también lo hicimos nosotros cuando éramos pequeños e inocentes. La televisión y la globalización nos hacen más cercanos, aunque no lo creamos. No sé cuál fue el político americano que dijo que para terminar con los ayatolás en Irán no hacían falta bombas sino venderles una Cola, que coman unas buenas hamburguesas, que oigan unas buenas canciones de Johnny Cash y vean algunos de los últimos éxitos de Hollywood. Seguro que era demócrata. Se refería obviamente al hecho de que cuando un país se abre no le queda más remedio que cambiar.

España, desde el día 20 de diciembre del 2015, es un país multicolor que ha enterrado el bipartidismo que nos ha gobernado durante los últimos 40 años, casi tantos como los que duró la dictadura de Franco, que también murió en un 20, pero de noviembre. El peso de los medios de comunicación en la irrupción de los partidos llamados emergentes, Ciudadanos y Podemos, ha sido importante, pero en mi opinión no justifica todo su éxito. Había sin duda un hueco en el mercado y ambos han sabido detectarlo.

Ciudadanos desea encarnar un partido centrado, liberal (que no neoliberal), que intenta desplazar a la marginalidad a un capitalismo casposo de cortijos y privilegios. Ciudadanos obligará al PP a evolucionar hacia una política que incluya el mérito, no sólo el apellido; o en caso contrario, en muy poco tiempo habrá perdido el voto liberal de personas que no tienen más de 50 años y que creen que el mercado libre, la competitividad y la generación de riqueza -obviamente con restricciones de tipo social- son la mejor manera de impulsar el estado del bienestar. Las restricciones de tipo social se entienden perfectamente desde la óptica liberal, porque es bien sabido que cuando los que están abajo se hunden los de arriba se tambalean y terminan cayendo. Es como la bonita tradición de los "castellets" en Cataluña. Todos necesitamos de todos.

Podemos encontró su caldo de cultivo en la indignación y, a diferencia de otros partidos como Izquierda Unida, su visión fue la de ir a ganar las elecciones, no sólo la de ser un partido marginal. Para ello es necesario tener un lenguaje que sea capaz de convencer a una amplia base del electorado, no sólo a los más pobres o a los más indignados. Con la lucha de clases no se llega muy lejos. Además, creo que en nuestro país este mensaje tiene que ver más bien con la injusticia y la falta de oportunidades.

Estos dos partidos aludieron al poder del prefijo en- y a varios conceptos que lo utilizan. Es primero es entusiasmo, palabra de origen griego cuya etimología significa "poseer el Dios dentro" (en-theós). Según los antiguos griegos el entusiasmo es lo enérgico, lo poderoso, un don que conviene proteger. ¿Para qué sirve el intelecto si nuestra conducta carece de entusiasmo? No digo que Ciudadanos y Podemos tengan el Dios dentro, yo no soy religioso. Digo que han sido capaces de entusiasmar a un amplio sector del electorado que estaba cansado del mismo menú.

El segundo es empatía, que por reglas de ortografía se escribe con m, y es sinónimo de inteligencia emocional. También viene del griego y es la capacidad de percibir lo que otro individuo, en un contexto común, puede sentir. En política, la empatía precede a la decencia, porque sin la primera no puede existir la segunda. Pongo un ejemplo. Cuando Mariano Rajoy, preguntado por una joven sobre los contratos precarios que poseen los jóvenes, contesta que afectan a menos del 1% de la población, ésta es una respuesta que no posee ninguna empatía. ¿Admitiría el Sr. Rajoy ese tipo de contrato para alguno de sus hijos? ¡Por supuesto que no! Lo que no quieras para ti no se lo desees a los demás.

El último es la entropía, que también viene del griego y significa transformación o evolución. La entropía es una medida del desorden de un sistema, de la cantidad de energía que no puede ser utilizada para producir trabajo. Los procesos irreversibles se caracterizan porque aumenta la entropía del Universo, que no puede destruirse. Así, la entropía del Universo crece constantemente con el tiempo marcando su evolución. Según las leyes de la termodinámica, cuando la entropía sea máxima en el Universo llegará la muerte térmica del mismo y existirá un equilibrio total entre todas las temperaturas y presiones. No se asusten, que no creo que lo veamos, aunque después de estas elecciones haya crecido la entropía. La entropía podría también utilizarse para responder a la famosa duda de si fue primero el huevo o la gallina, los partidos políticos o la corrupción. ¿Ustedes qué creen? Seguro que aciertan.

Vuelvo a las abejas, pues hace poco tiempo un amigo astur-holandés que se dedica a la cría de colmenas me dejó pasmado: me contó que había abejas que robaban la miel de otros enjambres y, por tanto, los aniquilaban. Él perdió 10 por este motivo. Además, cuando las abejas se vician prefieren robar que ir a buscar la miel al campo. Es el principio variacional del mínimo esfuerzo. Por esa misma razón hay que terminar con los corruptos, poniéndoles las cosas imposibles, porque roban nuestra miel y están súper viciados. Además son avariciosos, porque para ser corrupto hay que tener poder y por tanto una situación económica desahogada. Son unos buitres. El PP tiene ahora la oportunidad de dejar atrás esta oscura etapa, promulgando leyes de consenso que la impidan y haciendo además que paguen los culpables. De otro modo no serán creíbles.

También aprendí que los buitres no son forzosamente carroñeros, pues cuando se confiscaron los cadáveres de reses que normalmente se abandonaban en la naturaleza debido a la enfermedad de las vacas locas se vio cómo los buitres atacaban a las reses vivas. Es decir, los buitres, como las abejas ladronas, como los corruptos, son unos vagos. La diferencia es que los buitres y las abejas son necesarios. Pero hoy no voy a hablar más de este tema, porque España es un país multicolor y se abre un periodo de entusiasmo. Espero que no nos lo hagan perder, ni tampoco el optimismo, pues como dice el refranero español con empatía "cuando veas las barbas de tu vecino pelar?". Termino con una buena recomendación para levantar el ánimo: la canción "New Soul" de la francesa de origen tunecino Yael Naïm. ¡Vive la Tunisie! ¡Vive sa démocratie! Deberíamos pensar más en el Magreb, porque son nuestros vecinos. Es un simple problema de empatía. Túnez lo está intentando. Ayudémosles ahora, o no lloremos más tarde. Y mientras tanto, aquí, estamos obligados a entendernos, a olvidar las disputas, a construir en consenso. Se necesita adoptar un espíritu churchilliano. Eso creo que han dicho las urnas.

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