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Cien líneas

Faroleros

La alta y cacareada burguesía catalana es el mayor camelo que vieron los siglos españoles. Con el arancel y el sudor de andaluces y murcianos -y expoliando con sus juegos ventajistas al conjunto de la nación- se forraron durante un siglo y cuando el chollo se acabó venga a alentar el separatismo apoyados, ay, por lo peor de los intelectuales españoles, aquellos incalificables del 98 que nos intoxicaron a todos con sus frustraciones y odios. Venga a decir que España es un error, un tinglado artificial, una criatura imposible. Quizá por encima de todos el tan ovacionado Ortega. Su tesis doctoral explicaba que los españoles somos germanos degenerados así que no hay nada que hacer. De ahí su mostrenca "España invertebrada". Ah, en esos grupos de intelectuales, que suspiraban por un cirujano de hierro, había gente excelente como Ramiro de Maeztu. Por eso lo asesinaron los progreso el 29 de octubre de 1936.

Ya saben lo que ocurrió. La alta y cacareada burguesía catalana cuando vio pelar las barbas inmediatas por los naranjeros de Durruti y compañía acabó pidiéndole ayuda al general Franco. El jefe de esa casta, Cambó, fue hasta Burgos, en plena guerra civil, a pedir auxilio.

A ver qué hacen ahora los endémicos ventajistas/chantajistas que llevan décadas parapetados detrás de Pujol y en estas, de Mas, su chico de los recados. Sí, el escenario es distinto al de hace 80 años. Y en algunos aspectos, peor, ya que los separatistas no tienen a nadie enfrente. También cuenta y contará y cómo lo que ocurrió hace unos días en Colonia: que se preparen.

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