La reforma de la Ley Electoral del Principado ha dado un nuevo paso hacia el degolladero. Ha sido por lo que ya sabíamos y que el diputado regional de IU, Gaspar Llamazares, califica llanamente de "bronca" constante en el Parlamento regional entre el PSOE y Podemos. Si sabrá de ello Llamazares..., pues estuvo a punto de convertirse en el diputado vidriera ya que al parecer un repúblico de Podemos le tocó o le presionó en el brazo y el de IU gritó el "noli me tangere", o sea, lo que Jesucristo le exclamó a la Magdalena: "No me toques" (fuera de todo contexto sexual o de violencia, tanto en un caso como en el otro, suponemos). Total, que de toqueteo en toqueteo y de bronca en bronca la reforma electoral se esfuma, pero, en cambio, una chica del PP, Cristina Cifuentes, que preside la comunidad de Madrid, acaba de pactar con Ciudadanos una similar reforma, que incluye listas abiertas, suprimir el aforamiento, o reducir diputados en la Asamblea de Madrid. Esto último nos parece muy interesante, pues cuantos más diputados sigamos manteniendo en Asturias mayor posibilidad habrá de que se rocen o de que se toquen el brazo o incluso la cara. Además, si evocan ustedes esos días de diciembre en los que Asturias ardió de lado a lado podrán preguntarse a cuántos diputados se les vio interesándose por la situación en los lugares calcinados. Si vieron ustedes a alguno, por favor, anúncienlo en alguna parte. Finalmente, si el PSOE estima que nos esperan tres años de bronca, mejor sería que se convoquen elecciones antes de que causen mayores desperfectos.
