Queda uno perplejo al conocer que los concejales del equipo de gobierno de Gijón que presiden empresas municipales van a demandar al patrón que les paga, el Ayuntamiento, por negárseles el cobro de dietas por asistencia a los consejos de administración de esas sociedades públicas que limpian, barren, transportan viajeros, nos cobran el agua y organizan nuestro ocio. Sin valorar si esa demanda de los ediles foristas es justa o injusta -allá cada cual con su conciencia cívica y su medida del compromiso político como servicio a la ciudadanía-, se antoja poco cosmético que, con la que está cayendo sobre tantas economías familiares de esta ciudad, gente que cobra más de cincuenta mil euros al año -sin duda merecidos en algunos casos- se metan en pleitos judiciales -que pagamos todos- por engordar la faltriquera. ¿Sería mucho pedir que abonaran al menos de su bolsillo la minuta del abogado? ¿O que renunciaran a una retribución socialmente mal vista?