No existe justa correspondencia entre la audiencia televisiva que genera y el dinero que el Sporting recibe de la Liga por la retransmisión de sus partidos: el 14.º en seguidores, pero el 19.º en la cola del reparto de la ganancia. Ser el penúltimo en cuantía de cobro, superado por todos menos por el Eibar, resulta chocante, por no decir vergonzoso. Por muy goloso que resulte el trozo de pastel -que lo es, más aún para un club ayuno de azúcar al que le cae del cielo televisivo una dulce millonada-, no parece justo que reciban más dinero de la tele Málaga, Granada, Eibar, Español, Levante y Getafe cuando sus audiencias son más reducidas. Tebas ya le ha hecho pagar a este club el sufrimiento de dos años de dieta acalórica como para condenarle al trozo más duro del bizcocho de la tarta cuando ya se ha repartido la guinda, la crema y la nata. Por mucho que asegure el presidente de la Liga que "no sólo el talonario logra objetivos", las penas rojiblancas con pan son menos.
