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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Previamente masticado

El Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias ha manifestado en sus alegaciones al Plan General de Ordenación (PGO) que para sacar adelante este documento sería necesario aprobar previamente el Plan Estratégico y el Plan de Movilidad de la ciudad. Dice también el Colegio que el PGO "pone de manifiesto la inexistencia de un modelo económico de futuro". En consecuencia, al Plan que tramita la municipalidad le faltarían tres patas, o zapatas a modo de cimientos. Una, la estrategia que la ciudad quiere para sí misma, el cual es un tema intratable, pues siempre acaba en lo mismo: "ciudad de vocación industrial orientada también al sector terciario"; o "ciudad con costa industrial y portuaria, a la vez que residencial y turística", etcétera. O sea, la conciliación de los opuestos, que, sin duda, provoca la producción de muchos folios de Plan Estratégico. Segunda pata, la movilidad, es decir, cómo y por dónde deberían los gijoneses andar, conducir, usar el transporte público o llevar bicicletas. Y tercer cimiento, ¿de qué va a vivir esta ciudad?, que tiene una respuesta simple -aunque no sea la única-: una ciudad vive de que viva gente en ella. Pues bien, antes se redactaba y se aprobaba un PGO y se tenía la idea de que gracias a él mejoraría la posición estratégica de la ciudad, y la movilidad de sus gentes y la economía del conjunto. En cambio, como ahora se ve, la perspectiva es la contraria: a los redactores de un PGO se les ha de dar, no sólo el preceptivo documento de prioridades, sino todo lo demás previamente masticado.

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