En este comienzo del mes de septiembre, los medios nos han traído dos noticias científicas muy interesantes:

1º. Después de aproximadamente 12.000 años se acabó la relativamente corta época geológica del Holoceno, que había comenzado con el fin de la última glaciación y llevó el hombre al desarrollo de la agricultura y de la civilización.

Según se pusieron de acuerdo ahora los científicos, a partir de 1950 nuestra Tierra está en la época que decidieron llamar Antropoceno (del griego, hombre). Se inició cuando a mediados del siglo XX los isótopos radioactivos provocados por las bombas atómicas se asentaron en todo el planeta, con lo cual ahora es el hombre que está cambiando nuestro "planeta azul".

2º. El día 8 de septiembre la NASA lanzó en Cap Cañaveral una más de sus ya numerosas sondas espaciales, esta vez la OSIRIS-Rex, para entre otros objetivos traer del asteroide Bennu, adonde legará solo en el año 2018, entre 60 gramos y 2 kilos de polvo, para estudiar más del origen de nuestro sistema solar. La sonda emprenderá su regreso en marzo de 2021 y llegará a la Tierra en septiembre del año 2023, y comenzarán sus investigaciones.

La ciencia ha recorrido un largo camino desde que Charles Darwin publicó en 1859 su gran teoría del origen de las especies y de la selección natural. Pero esta, aunque científicamente probada desde hace mucho, es aún hoy rechazada por gran parte de la comunidad cristiana.

También es rechazado el reciente descubrimiento, que el genoma/ADN del hombre y del chimpancé son idénticos en casi un 99%, es decir. que estos monos son nuestros parientes vivos más cercanos y con un antepasado común.

Tenemos el privilegio de ser testigos de importantísimos descubrimientos científicos, aunque a veces estos choquen con nuestras creencias.