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Alberto Menéndez

No caben medias tintas

Llevaba semanas el presidente del Principado, Javier Fernández, evitando la confrontación con el líder socialista, Pedro Sánchez, manteniéndose en un discreto segundo plano. Había decidido dejar hacer al secretario general del PSOE, sin entrar a valorar sus constantes ingeniosidades, todas encaminadas a desembarazarse del control de los barones territoriales del partido, como ha quedado demostrado con la presentación de su calendario congresual y su pretensión de sentarse a negociar un pacto de gobierno con los partidos nacionalistas e independentistas catalanes, un reto en toda regla a un buen número de influyentes dirigentes autonómicos.

Es evidente que Pedro Sánchez buscaba con su iniciativa que todos y cada uno de los barones del PSOE se retrataran. Y, aunque Javier Fernández intentó permanecer al margen de este abrupto debate interno hasta la celebración del comité federal del sábado, al final no le ha quedado otro remedio que pronunciarse públicamente sobre los planteamientos de Sánchez. Y como no podía ser de otra manera, el secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) se ha alineado sin ningún género de dudas con el sector crítico, con el sector que ya busca sin disimulo alguno la sustitución de Sánchez. La propuesta de un congreso ahora le parece al presidente del Principado "fuera de lugar y extemporánea".

En el PSOE ya no caben medias tintas. Así lo ha querido Pedro Sánchez. O conmigo o contra mí. No hay caminos intermedios, no hay opción a las enmiendas transaccionales. O todo o nada, ésa es su apuesta. Y la formación está rota. Dice Sánchez que ha llegado el momento de decidir qué modelo de partido se quiere. Y tiene que ser ahora, sin más dilación. Muy seguro debe estar de sus apoyos internos.

Sánchez quiere ser presidente del Gobierno. Como sea. Pero no lo va a ser, aunque salga triunfante del comité federal del sábado y acabe pactando con los nacionalistas e independentistas catalanes y vascos (y con Podemos, claro). Una parte importante de su propio grupo parlamentario no le votaría.

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