La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

"No nos moverán"

Teníamos 17 años, cursábamos tercero de BUP en un instituto castellano cuando se produjo el fallido golpe de Estado, el patético "Tejerazo". En clase había chicos de dos bandos enfrentados, secuela de los hábitos ancestrales de este país cainita. Estaban los hijos de los guardias civiles y de algún adinerado local, que militaban en Fuerza Nueva, y los muchachos de las Juventudes Socialistas, hijos de trabajadores del campo y de los empleados de las cerámicas y de las fábricas de sillas. Los "fachas", como les apodaban los otros, se presentaron en el instituto con sus camisas azules y salieron al patio, a la vista de los ventanales de las aulas de los distintos cursos, a cantar a grito pelado el "Cara al sol". Los otros, a los que habían bautizado sus oponentes de forma despectiva como "los rogelios", respondieron levantando el puño y salmodiando, aún en voz más alta, "No nos moverán", un himno que, por aquel entonces, los "neutrales" identificábamos más bien con "Verano azul", como epitafio adolescente del lacrimal fallecimiento de Chanquete.

Más de tres décadas después, esas viejas soflamas ya no se entonan salvo en calentones de orujo de sesentones nostálgicos de los fuegos de campamento. Pero permanecen en el inconsciente colectivo de troyanos y tirios, hasta el punto que el PP, impasible el ademán tras las elecciones gallegas de banderas victoriosas, sigue a estas alturas con el sol de cara. Y de un PSOE maltrecho que se disgrega y que se alinea entre el "no nos moverán" de los Pedristas, que han ocupado la sede de Ferraz como si fuera un castillo de naipes, y el "a las barricadas" de los barones críticos que pretenden ocupar al asalto la Casa del Pueblo, mientras el pueblo militante se queda huérfano de vivienda. Nunca antes un partido tan entero había estado tan partido.

Compartir el artículo

stats