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Cien líneas

Ruina

Sumado los, ahora, 74 millones de mi temible amiga Magdalena Villa y los dizque cien del Cagatrava se superan desde Oviedo los 120 millones de la Gürtel, considerando todos los tentáculos de la trama popular, extendidos hasta las cuatro últimas esquinas de España. Ojo, es tan grave la incompetencia como el cohecho. Incluso peor si de esa torpeza se deriva la ruina de una ciudad. Y digo incompetencia quizá haciendo un enorme favor a los concernidos.

El caso es que Oviedo tiene una deuda brutal que jamás será capaz de pagar. Los que puedan y sean plenamente conscientes del trance se irán a vivir a Gijón mismamente. El resto, de cabeza al infierno del débito.

El PP carbayón -si es que se merece ese título- solo tiene dos vías:

1) Echar del partido a Gabino de Lorenzo y los suyos.

2) Auto disolverse.

De lo contrario, será el llanto y crujir de dientes del centro derecha ovetense ad infinitum.

Hasta ahora la ciudad va librando por los pelos gracias a Wenceslao López, un alcalde honrado, austero, inteligente y prudente. La alternativa es una Ada Colau o similar: frente a ese pasivo terrible se alzaría electoralmente con el santo y la limosna.

La banda del putiferio y de las putas y varios no tiene ningún futuro. Ni siquiera un magro presente. Quien se quiera engañar allá él pero una ciudad entera no va a permanecer en la inopia ante unas cifras de miedo y que van directamente contra sus bolsillos.

Pobre Oviedo, entre los que meten la mano y los que meten la pata.

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