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Tino Pertierra

Sólo será un minuto

Tino Pertierra

Cómo rejuvenecer

Francisco: "Mi padre llegó a los 87 años con la piel de un hombre de 30. Es genético, le decía la gente, pero él tenía otra teoría: los que creen que lo saben todo envejecen antes, la curiosidad rejuvenece. Y lo demostraba cada día, incluso cuando la vejez empezó a imponerle normas cada vez más restrictivas. Leía todo lo que caía en sus manos, incluidos los prospectos de las medicinas y los folletos de publicidad, veía varios informativos en televisión y escuchaba tertulias radiofónicas hasta las tantas de la noche, iba al cine tres veces por semana y en cuanto alguien se sentaba a su lado en el parque se hacía amigo suyo. Me hubiera gustado heredar esa cualidad pero las prisas, las presiones y las prisiones me han llenado la cara de arrugas demasiado pronto y estoy más ocupado defendiendo mis territorios que ampliando mis horizontes. Lo sabes todo, ¿verdad?, me espeta a veces mi exesposa, y al escucharlo me viene a la memoria siempre el rostro terso de mi padre, siempre en busca de respuestas, alejado del plomo que traen las certezas. Le gustaba mucho recordar una frase de cierto magnate hotelero que decía: en esta vida sólo hay algo cierto: la cortina de la ducha debe ir siempre dentro de la bañera, todo lo demás es discutible.

Discutimos a veces en sus últimos años. Me reñía porque mi hijo de 11 años ya tenía móvil y se pasaba el día mandando y recibiendo mensajes. No creo que sea conveniente ni necesario, me reprochaba al ver a su nieto más pendiente de la dichosa pantallita que de mirar a su alrededor, indagar, aprender, vivir la realidad. Los tiempos han cambiado, le decía yo, incapaz de reconocer que dando un móvil a mi hijo renunciaba a muchas de las cargas de ser padre. Los tiempos tal vez hayan cambiado, respondía él, pero los deberes de un padre no. Y salía a la calle dispuesto a descubrir nuevos mundos".

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