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Doctor y profesor de Derecho Constitucional en La Laguna

El indomable Donald Trump

Una reflexión sobre qué mueve las decisiones de los ciudadanos en los tiempos actuales

Una vez confirmada la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, comienzo a escuchar en los medios de comunicación a un sinfín de analistas argumentando las razones de la misma. Aluden al hartazgo de la gente sobre la forma tradicional de ejercer la política, a la crisis económica que impulsa a sus víctimas a buscar refugio en un modelo de ese "sueño americano" basado en la riqueza y la prosperidad, a la falta de empatía de Hillary Clinton con el electorado, al enredo de sus problemas legales o a un anhelo de cambio por parte de la sociedad norteamericana. Sin embargo, ninguna de esas explicaciones me convence ni, menos aún, me consuela. El hecho cierto es que Trump ha logrado su objetivo, pese a una insólita campaña marcada por sus declaraciones racistas y sexistas y teniendo en contra a su propio Partido Republicano y a las encuestas sobre intención de voto.

A falta de algún puntual recuento de última hora, Clinton ha ganado en número de sufragios (unas ochenta mil papeletas entre casi ciento veinte millones de las depositadas en las urnas), pero el célebre millonario se ha alzado con la mayoría de los denominados "votos electorales" asignados a cada uno de los estados que componen el país. Esta es una de las paradojas de los sistemas electorales en los que la correlación entre votos y designaciones no siempre van de la mano. El caso es que, ante las numerosas muestras de sorpresa e incredulidad, la gente pide explicaciones de lo ocurrido pero es complicado satisfacer su petición, entre otras razones porque cuesta creer que los cincuenta y nueve millones de ciudadanos que han otorgado su confianza al candidato republicano respondan a una misma motivación.

Llegado a este punto, mi preocupación se centra en la reciente deriva de la democracia en distintos escenarios internacionales, desde el resultado del referéndum sobre el Brexit al auge de perfiles políticos como los de los europeos Marine Le Pen, Nigel Farage o Geer Wilders o, lejos del Viejo Continente, los del venezolano Nicolás Maduro o el filipino Rodrigo Duterte, entre otros muchos. Por eso, convendría reflexionar sobre cómo está afectando a la esencia y a los propios valores de la democracia el modo de apelar a la participación del electorado.

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