En cada elaboración del presupuesto de Oviedo, la Fundación Princesa de Asturias salta a los titulares. El último mordisco del Ayuntamiento rebaja a 250.000 euros la subvención para 2017. A vuelta de página, el alcalde, Wenceslao López, asegura que ha tocado fondo, que no habrá más tijera y que no pasa nada, que lo ha calculado él: la Fundación no se resentirá y podrá vivir sin los ya 100.000 euros de resta en los dos últimos años. Claro que podrá. Y también, si se pone a ello, sin el cuarto de millón aún vigente; y sin los picos -bastante más modestos- de Gijón (45.000) y Avilés (18.000); y sin lo de la Junta General (100.000), sin lo del Principado (60.000 euros) o sin lo del Gobierno de España (300.000, todo en cifras de 2015). ¿Podría salir adelante la Fundación Princesa de Asturias y sus Premios con un recorte del 13% de su presupuesto, lo que viene de la parte pública? Tendría que ajustarse aquí y allá, apretarse un poco el cinturón y quizá aflojar el acelerón que le mete a todo lo que hace; pero podría, claro que podría y haría las cosas tan bien como siempre, sin demostrar de puertas hacia afuera que habría perdido un pico de sus 5,1 millones de presupuesto. Y entonces, lo suyo, lo que tan bien hace, podría brillar más todavía y no tendría que sortear con mano izquierda los intentos de colocar afines en los jurados; o podría la Fundación "colar" a más gente de la calle en la ceremonia del Campoamor, sin pensar en tanto palco de compromiso: aquí un concejal, allí un amigo. Porque de las 1.400 butacas del Campoamor solo le queda el 10% libre después de impuestos, un diezmo en forma de silla nominal. Eso es lo que queda para usted, que llama a la Fundación y pregunta por un hueco en la ceremonia, porque poco, pero sí se reserva sitio para el pueblo.
La Fundación Princesa de Asturias es una máquina de fabricar contenidos culturales de calidad y de ponerlos al alcance de cualquiera por cero euros. Y de darle a Oviedo y a Asturias una dimensión sideral, aunque le quiten 50.000 euros en el último presupuesto municipal. ¿Qué hará con ellos el Ayuntamiento? ¿Hasta dónde llegaría una campaña de promoción con ese dinero? ¿Cuánto vale tener a Hugh Herr una semana de conferencias en Asturias? ¿Y poner a la ciudad a leer a Richard Ford? ¿Y agotar en la librería de referencia el "SPQR" de Mary Beard? Unos expertos dijeron que todo eso y lo demás que llevan los Premios llegaba a 16,1 millones de euros en valor publicitario. El Alcalde ha prometido que no recortará más.
