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Nueces de California

Robots

El mundo de la automatización, el big-data, la inteligencia artificial y las técnicas de computación

"Salvo lo que la naturaleza nos regala,

todo lo demás ha sido imaginado por alguien".

(Leonardo)

Un chino entra por una puerta de un restaurante en la Conchinchina mientras una cámara graba su cara; el chino se sienta y al instante el camarero le trae su comida preferida, aunque no haya sido cliente anteriormente. Un obrero de la siderurgia sufre quemaduras de tercer grado en accidente de trabajo, lo trasladan directamente al centro médico de referencia y al instante una impresora 3D empieza a imprimir los metros de piel que le serán injertados en quirófano. Un robot biomédico interpreta las mutaciones masivas de un conjunto de enfermos de leucemia linfocítica crónica y encuentra el conjunto de vías genéticas defectivas. El robot concluye que el sistema inmunitario está afectado, identifica las posibles dianas terapéuticas y muestra a los médicos los posibles medicamentos que ya están aprobados, o como diseñarlos. Un paciente entra en un escáner, que es capaz de detectar las células cancerígenas incluso en estadios precoces y de controlar a un robot para que le administre una combinación de tratamientos que lo curen. A las pocas horas de la intervención éste sale del quirófano por su propio pie. En el quirófano de al lado, a otro enfermo le instalan un corazón artificial.

Un joven ingeniero de telecomunicaciones apasionado por las finanzas desarrolla un robot que es capaz de tomar decisiones autónomas en el mercado bursátil. Parte de 100 euros y al cabo de un año se paga un curso de verano en el MIT que le cuesta 8.500 dólares. La barrera de un aparcamiento se abre automáticamente al detectar que hemos pagado. El juez del caso XYZ se pone unas gafas especiales y es capaz de detectar cuándo el acusado está mintiendo: Míster B. decide declararse culpable e ingresa en la orden de cartujos.

Imagínense que tuviésemos unas gafas que detectasen las verdades y las mentiras y pudiésemos ver en cada momento cómo nos la están armando y el porcentaje de sinceridad que tienen las palabras de aquellos hipócritas que dirigen nuestros destinos. ¿Qué ocurriría? Quizás sería el fin de la sociedad, seríamos eternamente Peter-Panes, y Urdangarín se quedaría como Harpo Marx, mudo. Algunos son tan cortos que no saben ni ganar dinero honestamente cuando lo tienen todo a favor.

Vuelvo al joven que diseña el robot financiero y se forra. Especula, sí, especula, porque con 100 euros no se puede hacer otra cosa en bolsa, y todo el mundo gana porque hay que comprender que si las empresas están en bolsa consiguen una financiación mucho más barata que la que les otorgarían los bancos. El mayor "crowdfunding" industrial es sin duda la bolsa. Otra cosa es que siempre existan malos gestores o estafadores que venden humo, y que paradójicamente han sido apoyados por los mecanismos de desarrollo económico regional. Acuérdense del escándalo Zetta, el "iPhone" chino-extremeño que imitaba a Apple con la bellota: grotesco. O el escándalo GoWex, la empresa que se dedicaba a la creación de wi-fi callejera gratuita: pornográfico. U otras muchas estafas pseudo-tecnológicas que han coronado la geografía patria y han sido bendecidas por diferentes organismos de financiación pública. Obviamente, GoWex se desplomó en bolsa, un sistema que te impulsa hacia arriba cuando lo haces bien y que te muestra la línea de máxima pendiente cuando sigues el camino erróneo. Si ese sistema se aplicase en la Universidad de Oviedo seríamos sin duda "number one".

Sin embargo, no todo el mundo lo tiene tan claro. Dice bien el castellano viejo que "a perro flaco todo son pulgas". En un país donde la creación de empleo parece ser la asignatura pendiente de nuestra historia, no hace mucho tiempo algún sindicato salió en los medios de comunicación, incluso especializados en temas económicos, sugiriendo que los robots deberían cotizar en la seguridad social. No creo que se pueda, ni se deba, poner puertas al campo, hay que surfear la ola, y las empresas y los trabajadores tienen que esforzarse en implementar verdaderas políticas de innovación, de formación y desarrollo.

Los robots están injustamente en la picota. Los planes F+I+D+I (F de Fantasía) tendrían que primar esta línea de investigación, que debería liberar a los trabajadores de labores tediosas o peligrosas que pueden ser realizadas por una máquina. Un trabajador no es un esclavo. Los primeros autómatas ya fueron creados en el siglo IV en la antigua Grecia y en Alejandría. Mi buen amigo Tino, creador de Adele Robots -una empresa asturiana dedicada a la robótica social ("Feeling Robots", así se definen)-, posee sin duda un gran futuro. Esperemos que en breve surjan otras iniciativas. Ya me gustaría que el Ayuntamiento de Oviedo tuviese un robot que limpiase las cunetas en la zona rural, olvidada, que para eso pagamos los impuestos.

Pero los robots no solo son máquinas electromecánicas, también son programas, algoritmos, que nos ayudan a tomar decisiones: el famoso big-data, que tanto miedo da a algunos. Por ejemplo, se ha escrito que el "Brexit" o Donald Trump no hubiesen triunfado sin el uso de dichas técnicas. Lo que se denomina "data-driven communication". Una tecnología creada para orientar a los políticos sobre cómo tienen que comunicar con la sociedad que les rodea parece estar en el germen de dichas victorias. La empresa Cambridge Analytics y el concepto Ocean en psicometría están detrás. Unos años antes, en 2012, un profesor de origen polaco, utilizando los "likes" de Facebook, fue capaz de identificar el color de la piel de un individuo con el 95% de exactitud, su orientación sexual con un 88% y su afiliación al partido Demócrata o Republicano con un 85%. El resto fue marketing, una llamada de teléfono y ponerse a trabajar. Nada diferente a lo que nosotros hacemos en el proyecto Finisterrae para estudiar las enfermedades raras y las neurodegenerativas, así como el cáncer.

El poder de los datos y de las técnicas matemáticas del aprendizaje automático, de la inteligencia artificial y de las ciencias de la computación, ¿habría también que prohibirlo? ¿Es bueno o malo que los políticos sepan lo que el pueblo quiere? ¿Es mejor que lo ignoren, como ocurre en nuestro país, donde todavía no se han enterado de que estamos hartos de mediocres, mentirosos y corruptos? ¿Por qué Hillary no utilizó el bálsamo de Fierabrás? Quizás se hubiese retirado antes. Si el Oviedo utilizase el big-data subiría, pero prefieren malgastar los cuartos.

Cuando era pequeño, y no me considero viejo, existían oficios que hoy han desaparecido. Hoy existen otros que nadie habría imaginado. Para atrás sólo andan los cangrejos, sobre todo cuando escapan de un "xarago". Mi amiga Reyes, que tiene una mano increíble para la cocina y que en breve festejará su cumpleaños, sigue soñado con un robot, de cocina. ¿Tendrá que asegurarlo? Lo único que tengo claro es que es imposible diseñar un robot que cocine la fabada que hacía mi madre, y el arroz con leche que preparaba con tanto cariño mi güela. Todo lo demás, es posible.

¡Piet, Piet, Piet, Niet! ¡Da, Da, Dalí, Sí! Nunca desprecien a aquellos que piensen diferente. Para que algo exista, antes es necesario haberlo soñado, incluso el plastiquito que protege el cordón de los zapatos.

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