La labor de Javier Fernández al frente del PSOE está a punto de concluir. Ciertamente la dirección interina del Partido Socialista seguirá en activo hasta la celebración de las elecciones primarias en mayo, pero en la práctica su labor finalizará cuando se celebre el comité federal (probablemente en uno de los dos primeros fines de semana de abril) que convocará oficialmente las fechas de los comicios internos para elegir al futuro secretario general y del congreso del partido del mes de junio.
El líder de los socialistas asturianos, que lleva presidiendo la comisión gestora de la organización desde los primeros días del pasado octubre, pondrá el broche a los seis meses como máximo responsable del PSOE el 25 de marzo en Madrid, en un acto en el que se presentará la ponencia política que se discutirá en el cónclave socialista de junio y que será la base del programa electoral con el que los socialistas concurrirán a las siguientes citas electorales. Será la última aportación de la gestora y de Javier Fernández antes de que se abra el proceso electoral y congresual de la organización. Luego, sólo quedará pendiente, se supone, el discurso de despedida del socialista asturiano en la reunión del comité federal y ya, por último, una labor arbitral en la contienda electoral en la que participarán Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López.
No era fácil la labor encomendada por el máximo órgano de decisión entre congresos a Javier Fernández. El objetivo fundamental, enfriar los ánimos entre los partidarios y los detractores del anterior secretario general, en términos generales, lo consiguió. Y por eso mismo la imagen pública del partido mejoró. Pero el propio secretario general de la Federación Socialista Asturiana reconoce que la división interna sigue estando ahí y que el futuro del partido a corto y medio plazo dependerá de cómo se desarrolle la campaña electoral. Y los vaticinios no es que sean muy prometedores. Las heridas son muy profundas.
Pero ¿pondrá Javier Fernández fin a su proyección nacional en abril? Quién sabe. Todo dependerá, en gran medida, de quién acabe siendo el próximo secretario general del PSOE. En todo caso, su nombre ya suena como posible presidente del PSOE.
