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Alberto Menéndez

Desorientado Garzón

Similitudes entre el líder de IU y un diputado cunero

El líder nacional de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, cayó ayer por Asturias como caían y todavía en ocasiones caen los diputados cuneros: muy despistados, desorientados, sin un conocimiento profundo de la política regional en su conjunto y qué decir de determinados problemas concretos. No es fácil para ningún político de Madrid salir airoso de un examen como al que fue sometido Garzón en Langreo, pero lo es más aún si se tira de clichés, de lugares comunes, como hizo ayer en la cuenca del Nalón el coordinador general de IU.

Garzón llegó a Asturias más que como máximo responsable de IU como un dirigente político que planifica ya su futuro en Podemos, lo cual no deja de tener su lógica. La dirección federal de la coalición de izquierdas hace ya meses que no se comporta como tal, sino que actúa en la mayoría de las ocasiones como un simple apéndice del partido que encabeza Pablo Iglesias.

Pero IU de Asturias es otra cosa distinta a la que representa en estos momentos Garzón. Tiene una gran implantación en la comunidad autónoma y es por eso mismo por lo que quiere diferenciarse de la formación morada. El líder de la coalición de izquierdas ideada por el asturiano Gerardo Iglesias admite esa singularidad, pero así y todo está empeñado en que la organización del Principado acate sin más las directrices emanadas de la dirección nacional de un partido que avanza, aparentemente sin remedio, hacia la descomposición.

Por supuesto que Garzón puede hablar del intercambio de cromos, del cruce de intereses entre el PSOE, el PP y Foro a propósito de la variante ferroviaria de Pajares, pero al hacerlo no debería olvidarse en ese trueque -y en otros muchos más, por supuesto- de IU. Porque la historia es la que es y las relaciones de esta coalición con el PSOE llegaron a ser muy estrechas en el Principado, con gobiernos de coalición incluidos. Y ahora mismo, si el socialista Javier Fernández es presidente del Gobierno autonómico es porque así lo quiso IU. Añade Garzón que la política ha de regirse por criterios más rigurosos, que no tengan que ver con la lucha partidista. Demagogia pura, y más en una comunidad autónoma como la asturiana, donde si algún grupo se ha distinguido por su lucha partidista ése es Podemos (al que tan unido se encuentra Garzón), como tantas veces lo denunció el propio grupo parlamentario de IU en la Junta.

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