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Eurodiputado asturiano del PSOE

Carme Chacón

El legado de la exministra, fallecida con sólo 46 años

Se ha ido. Carme Chacón ha fallecido. Una pérdida inesperada, súbita y prematura. Una derrota desoladora. Siempre la muerte representa un fracaso, pero esta partida se hace infinitamente más dolorosa. Estos días se hacen muy duros en la familia socialista y en todo el país.

Más allá de desencuentros o disputas políticas, Carme ha representado lo mejor de los valores socialistas. Su padre, oriundo de Almería, partió a la Cataluña de mediados del siglo pasado en busca de trabajo. Su madre llegó a Barcelona unos años antes, tras el asesinato de su padre anarquista en la guerra civil, desde Aragón. Cataluña acogió y dio un futuro a miles de compatriotas provenientes de toda la geografía nacional, con historias en sus maletas de hambre y miseria en los oscuros años de la dictadura franquista. En ese entorno, Carme nació y creció, adquiriendo muy pronto una conciencia política que le llevo a afiliarse a las Juventudes Socialistas con dieciséis años. Pero su militancia política temprana no ralentizó su desarrollo académico. Se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona, con estudios de postgrado en las universidades de York, Kingston, y Laval. Con veintitrés años ya era profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Girona. Y combinó esta brillante carrera profesional con el compromiso político en el seno del PSC y del PSOE. Haciendo honor al compromiso municipalista del socialismo catalán fue primero concejal y teniente alcalde en el Ayuntamiento de Esplugues del Llobregat, para alcanzar el Congreso de los Diputados en el año 2000 y entrar en el Consejo de Ministros en 2007 con la cartera de Vivienda y pasar en 2008 al Ministerio de Defensa hasta finales de 2011. En 2012, intentaría sin éxito alcanzar la Secretaria General del PSOE, abandonaría su escaño en el Congreso en 2013 para dar clases en el Miami Dade College, y aún habría de volver a las Cortes en 2015, para renunciar meses después y retomar su carrera profesional hasta el presente, si bien nunca dejó su compromiso político y en las últimas semanas la veíamos de nuevo participando en las primarias del PSOE dando su apoyo a Susana Díaz.

Carme ha fallecido con apenas 46 años pero en su corta vida ha dejado un legado extraordinario. Quizá podríamos ejemplificarlo, por la gravedad con la que han evolucionado ambos asuntos, en su aproximación a las relaciones de Cataluña con el resto de España y en el liderazgo por la igualdad de género. En el primer lugar, la deriva secesionista en Cataluña ha llegado a niveles insoportables, con la amenaza de un referéndum ilegal en este año que pone en tensión el Estado de Derecho que, hasta ahora, está actuando puntualmente, si bien el problema de fondo necesitará tarde o temprano de una respuesta política. Chacón siempre vivió su catalanismo enmarcado en el conjunto del país, en una España insertada en Europa, una vía por la que caminar en los próximos años. En segundo lugar, casi cada semana conocemos un nuevo asesinato machista que supone la punta del iceberg de una sociedad todavía demasiado machista. Chacón rompió estereotipos y techos de cristal en una misión al servicio no sólo de todas las mujeres, sino también de todos los hombres, que aspiramos conjuntamente a construir una sociedad con los mismos derechos y obligaciones.

En fin, Carme Chacón se ha ido y lo ha hecho en uno de los momentos más complicados de nuestro partido. Ese partido, fundado hace ya 138 años, cuyo legado ha pasado de generación en generación y que mantiene el espíritu de su fundador, Pablo Iglesias, en la lucha por la igualdad, la libertad y la solidaridad. Un PSOE que aún con el peso de los años y las cicatrices de este largo camino aspira a seguir representando esa ambición de un futuro próspero y en igualdad. Esta desgracia debe poner punto y final en las estériles disputas del presente para recuperar una fraternidad entre nosotros que se está poniendo en cuestión durante estas primarias. Confío en que sepamos analizar profundamente hasta qué punto podemos estar deteriorando la vida interna del partido con declaraciones y posicionamientos poco respetuosos y canalicemos nuestra pasión política en beneficio del partido y del país. Tal y como señaló Felipe González en el velatorio de nuestra compañera Carme: "noticias como estas nos deberían llevar a discutir de las cosas importantes".

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