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Villar ha entrado en erupción

El impacto de la detención del dirigente

Como esos viejos volcanes aletargados, que visitan los turistas en pos de una foto cercana al cráter, hasta que un día entran en erupción, la Federación Española de Fútbol llevaba años acompañada del runrún de que algo no se llevaba de manera totalmente transparente en la organización hasta que, ayer, los medios de comunicación alertaban de la irrupción de la Guardia Civil en el domicilio de Ángel María Villar, que era registrado, para posteriormente trasladarse a Las Rozas, sede federativa, en compañía del detenido presidente, en donde proseguirían los registros y búsqueda de documentación. De igual modo, el hijo de Villar, Gorka, y el vicepresidente económico de la Federación, Juan Padrón, eran también detenidos en la denominada Operación Soule. Todo un impacto del que se harían inmediatamente eco los medios de todo el mundo, que no en vano Villar es vicepresidente de la UEFA y de la FIFA.

Antes de este desenlace se había asistido al desencuentro de Villar y el anterior presidente del CSD, Miguel Cardenal, que motivó la marcha de este último, que se encontró con la oposición del propio Alejandro Blanco, presidente del COE, y del Gobierno. Resultado: Cardenal se fue, pero ahí siguió también Tebas, presidente de la Liga Nacional del Fútbol Profesional, en su oposición a los métodos de Villar, al que, sin embargo, avalaban nada menos que un Mundial y dos Eurocopas.

La meteórica carrera de su hijo Gorka que pasó (atención) por ser miembro de la Comisión de Ética de la FIFA que investigaba los casos de corrupción en el organismo, y que siguió como secretario general de la CONMEBOL, con 40.000 euros mensuales de sueldo, otros cinco mil por vivienda, chófer y protección, también llama cuando menos la atención. El resultado es que el volcán ha entrado en erupción y ahora es difícil prever hasta dónde puede llegar la lava.

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