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Joan Tapia

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Juan Tapia

Grecia vuelve a los mercados

Esta semana ha habido un hecho que indica que la zona euro va resolviendo sus más dramáticos problemas. Tras un laborioso acuerdo para liberar fondos de su tercer rescate de 85.000 millones, de los mercados han vuelto a prestar dinero a Grecia en una emisión de bonos de 3.000 millones a 5 años y al 4,65%. Doscientos inversores han pedido suscribirla por una cantidad de más de 6.000 millones, el doble de la ofertada.

A mediados del 2015 el gobierno de Syriza, con Tsipras de primer ministro y Varoufakis en Economía, celebró un referéndum para rechazar las condiciones que la UE ponía al tercer rescate desde 2010: más recortes y subidas de impuestos para controlar el déficit, liberalización del mercado de trabajo, y privatizaciones. Grecia estuvo a punto de quebrar y salir del euro, pero tras una muy tensa negociación Tsipras y el nuevo ministro de Economía, Tsakalotos, llegaron a un acuerdo con la UE. Grecia aceptó las condiciones del rescate y Varoufakis salió del gobierno.

Ahora la economía vuelve a crecer algo (1,5% este año y 2% en el 2018), ha habido superávit primario en las cuentas públicas -España todavía lucha por alcanzarlo tras tres años de recuperación-, y el paro ha bajado del 27,9% al 21,7%.

Para Tsipras la vuelta a los mercados es un paso para salir del rescate a mediados del próximo año. Todavía hay escepticismo, pero el ministro alemán de Economía, Wolfang Schauble, el fiscal de Syriza en el 2015, ha dicho que "Grecia ha llevado a cabo reformas y va en la buena dirección". Tsipras ha admitido errores y confesado que la estrategia de Varoufakus de enfrentarse a la UE era equivocada.

Pero de momento la mejora económica no se traslada a la política. La derecha de Nueva Democracia lleva 16 puntos de ventaja en los sondeos. Una situación muy distinta a la de finales del 2014 cuando, en medio de un gran entusiasmo, Syriza ganó las elecciones. Pero a Tsipras todavía le quedan dos años de legislatura y confía en que la buena marcha económica acabe dando dividendos políticos. Tanto el PSOE como Podemos deberían sacar conclusiones de la lección griega.

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