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Sol y sombra

El asunto que despreocupa

El independentismo valora el cambio de actitud del PSOE

Se mantiene el suspense sobre el referéndum catalán del que, según parece, sólo se ocupan los medios de comunicación, y que preocupa únicamente a apenas un 2,6 por ciento de los españoles de acuerdo con los últimos datos del CIS. Rajoy le ha dicho al Rey que no se va a celebrar, mientras que los independentistas aseguran que sí habrá votación. En el desenlace está la intriga.

De aquí al 1-O, el procés se irá enganchando sucesivamente de la bronca con la que se persiguen enfrentamientos y obtener de ellos réditos victimistas. El Gobierno ha descartado la firmeza, entre otras razones para no caer en la provocación pero ésta no cejará en cualquiera de los ámbitos desestabilizadores que se presten: el turismo o el colapso aeroportuario de El Prat.

Para este Gobierno, lo más fácil es pecar de omisión. Tampoco se encuentra muy respaldado en un asunto que debería unir a las fuerzas constitucionalistas. La desleal oposición socialista le exige, por un lado, determinación y, por otro, tacto para digerir el desafío planteado por la consulta ilegal. A su vez, los datos del CIS animan al PSOE a llevar la iniciativa, y Pedro Sánchez está decidido a abrir el debate sobre la Constitución antes del 1-O algo que puede resultar oportunista pero dudosamente oportuno.

El PDeCAT ya ha valorado convenientemente el cambio de actitud socialista y se ha pronunciado a favor de apoyar una moción de censura después de octubre. Empieza a estar claro por donde van los tiros. Los independentistas catalanes buscan nuevos interlocutores en Madrid, para dar un paso atrás antes de volver a coger carrera. Este asunto puede resultar tedioso, pero jamás se agota.

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