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Renault como solución para McLaren y Alonso

La escudería inglesa y el piloto asturiano se complementan pero precisan un propulsor como el francés para plantar cara a Mercedes y a Ferrari

El Mundial de Fórmula 1 ha retomado la actividad tras la pausa vacacional haciendo honor a su espíritu: a toda marcha. De Spa el pasado domingo a Monza este fin de semana; dos circuitos con pedigrí y plenos de historia donde los fabricantes de motores tienen ocasión de sacar a relucir toda la potencia de sus propulsores. Pero mientras Mercedes, Ferrari y Renault se preparan para lucir sus mejores galas en el trazado italiano, auténtico templo de la velocidad y donde, además, tradicionalmente se empieza a definir ya la parrilla de la próxima temporada, en McLaren se disponen a cubrir una nueva etapa de su particular calvario. Lleva la firma de Woking tres años de nefasta unión con Honda y lo peor para la escudería británica es que la restan otras tres campañas de contrato con el motorista japonés.

McLaren tienen condicionado, e hipotecado, su futuro con Honda y ello afecta también directamente al futuro de Fernando Alonso. El asturiano tiene varias propuestas sobre la mesa, pero la única de ellas que podría considerarse con opciones de volver a luchar por un título sería la de continuar en McLaren€ siempre y cuando ésta rompiera en los tribunales su vínculo con Honda (lo que le costaría un pastón a la escudería inglesa) y consiguiera un motor competitivo. Y ese motor sólo podría ser Renault, pues evidentemente ni Mercedes ni Ferrari aceptarían armar a un previsible enemigo. El monoplaza de McLaren ha evidenciado a lo largo de la temporada contar con un gran chasis y la unión de un buen chasis y un motor Renault ya sabemos lo que puede dar de sí: el cuatrienio glorioso de Red Bull.

Fernando Alonso hace tiempo que juega sus cartas impulsando el divorcio entre McLaren y Honda. Por eso a veces parece un personaje bipolar que dice mientras pilota lo que piensa y piensa tras las carreras lo que dice. Sus comentarios por radio durante la disputa de los grandes premios son fruto por una parte de la frustración pero consiguen también poner negro sobre blanco la realidad de su garaje. Así, en Spa no ocultó durante la carrera que aquello era "una vergüenza" y que nunca había pilotado un monoplaza tan falto de potencia, mientras tras la carrera, con una estudiada mezcla de diplomacia e ironía, apuntaba que "la situación es la que es". Suficiente, porque todo el mundo en el "Circo" de la F1 sabe cuál es la situación. Por eso encuentra el asturiano el apoyo de los que son o fueron sus compañeros de profesión y el rechazo que provocan sus declaraciones por ejemplo en un Niki Lauda que como empleado de Mercedes no deja de ser parte interesada en el asunto. Y es que Lauda intuye mejor que nadie que no habría peor enemigo para sus flechas de plata que un Alonso con un coche competitivo.

El caso es que a estas alturas del curso y pensando ya en el futuro Alonso necesita a McLaren para volver a luchar por las más altas metas y Alonso es el mejor piloto que puede tener McLaren para volver a ser la gran escudería que fue. El problema es Honda y su contrato con los de Woking. Pero los contratos en vigor ya se sabe lo que pueden durar cuando una de las partes pone el dinero sobre la mesa. La pelota, la solución, está en el tejado de McLaren, y de que decida afrontar el coste económico que implique dependerá el futuro inmediato del bicampeón ovetense. Mientras tanto, volver a sufrir en Monza mientras Vettel y Hamilton prosiguen su pulso por la corona.

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