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Indepes franquistas

Todos los esfuerzos de franquistas y neofranquistas por resucitar a Franco fracasaron estrepitosamente durante más de cuatro décadas. No hubo modo. Cuando se dura tanto es difícil resucitar. De hecho sociológicamente la España de los últimos tiempos del franquismo ya era postfranquista. Ha tenido que venir el independentismo a resucitar a Franco, o, mejor dicho, a proclamar su regreso, un mensaje que cala algo en los que no vivieron el franquismo y tocan de oído. Al antifranquismo irredento, el de quienes dicen que Franco sigue vivo, debe atribuirse este milagro. En realidad el independentismo es heredero legítimo de Franco: triunfa en las clases medias (que el dictador alardeaba de que eran su gran fruto) y ha devuelto a los carteles al separatismo, la pareja artística, luego tanto tiempo olvidada, con la que Franco cosechó sus mayores éxitos de público en España.

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