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Año de bienes

Estamos perdidos: las nieves sólo son sinónimo de atasco y hasta en la página oficial de los "Rolling Stones" dan el palo

Por aquello de ser leal al refrán, te propones empezar el año nuevo leyendo noticias estimulantes. Ya saben: las que no hablen de los de siempre. Sería estupendo ver que vamos a mejor. Pero una amiga te dice que la página oficial de los "Rolling Stones" le ha dado el palo. ¡Los "Rolling Stones"! Como le oyen. Encargó a la dicha página un par de cosas que le fueron cobradas con puntualidad británica. Se le dio palabra de que las recibiría antes de fin de año. Todavía está esperando.

Siente uno dar este diagnóstico: estamos perdidos. Puedes aceptar que, en otro refrán desmontado por la modernidad, el año de nieves es ahora año de atascos y desesperanza: ves fotos de la autopista que parecen una versión navideña de Mad Max. Puedes aceptar -con esfuerzo, eso sí- que haya futbolistas de élite que, dicen los medios, no están bien físicamente. Hay que ser comprensivos con los privilegiados. ¿No empezaron ustedes el año con ese propósito? Uff. Pues rectifiquen, que estamos en enero. Los peregrinos a Barajas pueden quedarse atrapados en los elementos, fastidiarse y perder el avión. Los macroatletas pueden andar mal físicamente- ya llevamos mucha Liga, es comprensible. Y regatear a Hacienda también tiene que cansar, todo hay que tenerlo en cuenta. Pero que la aristocracia del rock and roll no cumpla su palabra, que cobre de inmediato y no entregue a tiempo lo que cobra, que se conduzca con la destreza picaruela del Lazarillo de Tormes que España se esfuerza por dejar atrás -Lázaro comía las uvas de tres en tres, los pícaros contemporáneos las comen en el Benelux disfrazados de mesiánicos- eso no puede ser. ¿Adónde vamos a parar?

Ya hemos aceptado que los congresistas de moda confiesen que les gusta la música nacida de Operación Triunfo -y luego se extraña la peña de que haya crisis política en España ¿para cuándo un examen de cultura musical básica en las Cortes? Ya hemos aceptado que tendremos turbulencias en el Nordeste de larga duracion- el Barça terminará declarando que no quiere jugar más Liga que la que ahora juega: va a ser una tormenta y un desgarro. Ya hemos aceptado que el bipartidismo fue un fracaso y que ahora, por fin, estamos como nunca (de bien, evidentemente, eso lo sabemos todos). Ya hemos aceptado que hay paraísos fiscales llenos de visitantes progresistas. Pero que la página oficial de los "Rolling Stones" cobre y no cumpla es mucho palo a estas alturas del 2018. Somos feos pero tenemos la música, dice una canción de Leonard Cohen. Pues lo nuestro es peor: somos españoles y nos llueven los palos y la música pierde posiciones. Otro propósito, otro consejo: no hagan zapping por la noche. El griterío televisivo te da notas medias de cómo anda el patio y en fin. Feliz Año.

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