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Carmen Pérez Novo

Enfermedades de transmisión sexual

La importancia de la prevención

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son aquellas que se contagian de forma principal, aunque no exclusiva, durante las relaciones sexuales con una persona infectada. Con el paso de los años, se han ido modificando el número y calidad de estas infecciones y lo que reconocíamos como ETS clásicas (sífilis, gonococia, linfogranuloma venéreo, chancroide), se han quedado desplazadas por la incorporación de otras entidades relacionadas con las relaciones sexuales y producidas por nuevos agentes, como es el caso del herpesvirus, chlamidia, condilomas acuminados, hepatitis, SIDA etc.

Las ETS, se adquieren en pareja; por lo tanto, ambos miembros deben acudir a su médico en cuanto aparezca la primera señal ó indicio que indique la posibilidad de padecer alguna de estas infecciones: flujo vaginal, secreción por el pene, escozor y prurito o úlceras en los genitales externos. Para un correcto tratamiento, es necesaria la exploración de la pareja sexual, con el fin de confirmar o descartar la presencia de la misma patología en ambos. No obstante, a veces, al no ser esto posible, se recomienda de forma preventiva el tratamiento sistemático a la pareja, así como la prohibición de mantener relaciones sexuales mientras dure la terapia. Esto es importante, pues está demostrado que muchas reinfecciones, después de un correcto tratamiento, se originan por no haber tratado al compañero o compañeros sexuales.

Por otra parte, las mujeres tienen que saber que las consecuencias de estas enfermedades son peores para ellas, ya que son más fácilmente transmitidas por diferencias anatómicas y su diagnóstico es más dificultoso (ej. la gonococia y chlamidia son asintomáticas). Así mismo, tiene efectos negativos a largo plazo, tales como la enfermedad inflamatoria pélvica, la falta de fertilidad, el aumento del riesgo de cáncer de cuello uterino y las complicaciones durante el embarazo, con efectos importantes sobre el feto.

Ahora bien, existe un factor muy positivo en lo que se refiere a las ETS y es que se pueden prevenir. Por eso, no se fíen de la apariencias y utilicen el preservativo en todas las relaciones sexuales fuera de la pareja conocida, acudan a su médico ante la sospecha de contagio, no se automediquen (con terapias insuficientes se puede enmascarar la infección, desaparecen los síntomas pero se sigue padeciendo la enfermedad), y ya por último, sepan que no determinan inmunidad y las personas que las han padecido pueden volver a contagiarse, tantas veces tengan contactos sexuales con otras personas infectadas.

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