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Pablo Castaño

La toma de posesión del nuevo ministro de Economía

Pablo Castaño

Escolano, teoría y práctica de la austeridad

Román Escolano (Zaragoza, 1965) ya es ministro de Economía, Industria y Competitividad. Ayer recibió la cartera de manos de su predecesor, Luis de Guindos, y participó en su primer consejo de ministros. Mariano Rajoy quería un ministro "que no tenga que estudiarse los asuntos que se va a encontrar encima de la mesa" y su dedo apuntó hacia Escolano. Del ya ex vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI) se ha destacado su perfil técnico -fue número uno de su promoción en el cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado- y su conocimiento de los entresijos tanto del Gobierno -dirigió el departamento de Economía del gabinete del presidente José María Aznar- como de las instituciones europeas -antes de ocupar el cargo en el BEI ya trabajó en la Secretaría de Estado para las Comunidades Europeas-. Menos se ha hablado de su destacado papel como teórico y ejecutor de las políticas de austeridad. Y seguro que también ha pesado en su elección.

En la época de las tijeras afiladas, cuando el Gobierno de Rajoy aplicó fuertes recortes para luchar contra el déficit público, Escolano fue uno de los economistas que asomaron la cabeza para defender con ardor esas políticas que despertaron las iras de buena parte de la población. Lo hizo a nivel teórico en actos y publicaciones de FAES, la fundación de estudios presidida por el expresidente Aznar y de la que Escolano fue uno de los economistas de cabecera. "Si queremos que crezca la financiación del sector privado es necesaria la vuelta a la austeridad en las cuentas públicas", afirmaba el ahora Ministro en el campus de verano de FAES cuando la economía española tocaba fondo. Escolano celebraba "el esfuerzo" del país y destacaba que "la perseverancia en la austeridad es, sin duda, la contribución más esencial a la mejora de la financiación de la economía real".

El nuevo ministro también llevó la teoría de la austeridad a la práctica. Fue durante su etapa de dos años al frente del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al Gobierno, Escolano cruzó la puerta giratoria al sector privado. Fue responsable de relaciones institucionales de BBVA y en 2012 Rajoy lo recuperó como presidente del ICO. En una comparecencia en el Congreso de los Diputados, Escolano sacó pecho y señaló que bajo su presidencia el Instituto había "interiorizado el esfuerzo de austeridad" al reducir plantilla y gastos de explotación hasta "tasas ejemplares".

Con un defensor a ultranza de la austeridad, el mensaje de Rajoy a Europa y a los pensionistas que durante las últimas semanas se han manifestado en las ciudades españolas es claro: la prioridad seguirá siendo cumplir con el objetivo de déficit y no habrá alegrías económicas ni presupuestarias.

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