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Sol y sombra

Confederalismo

Puigdemont ha dicho en Suiza que la independencia no es la única solución para Cataluña. Propone un modelo helvético. En la práctica se trata del estado confederal, que para España supondría la imagen más exacta y precisa de lo que es la asimetría o, por decirlo de otra manera, la ley del embudo. Una derrota constitucional.

El confederalismo es una vieja receta que consiste en negar la existencia del Estado español, término franquista utilizado por los nacionalistas para eludir el uso de la palabra España. La confederación entraña una relación de Derecho Internacional por medio de un tratado de entidades estatales independientes. No crea ninguna personalidad nueva. Los estados sometidos a ella conservan vida política y jurídica propia y ésta actúa a través de una estructura muy rudimentaria, simbolizada en una asamblea cuyos miembros ejercen de diplomáticos o embajadores, no quedando obligados por ningún acuerdo al que no hayan dado su voto. Los miembros de la confederación mantienen la prerrogativa secesionista, es decir, la posibilidad de abandonarla cuando deseen. Por eso Puigdemont ha puesto como ejemplo de su estratagema en Suiza precisamente a la Confederación Helvética donde se celebran varios referendos al año en los que los ciudadanos deciden sobre diferentes medidas políticas, económicas y sociales.

El modelo confederal es fundamentalmente una bicoca para separarse con todas las ventajas y ninguno de los inconvenientes que plantearía en Europa la ruptura para los independentistas: el objetivo posible después de retorcer la realidad para llegar a él como la menos mala de las soluciones. El Estado caería en un error si accediese a negociar con el independentismo catalán una salida en esas condiciones que ya ha defendido en alguna ocasión el PNV de Urkullu. Pero a partir de este momento, el discurso puede encauzarse por ese derrotero. La Confederación, al contrario de lo que algunos creen, no es una variante del federalismo. Más bien todo lo contrario. Con ella España renunciaría a su soberanía.

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