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Ecos de actualidad

Futbolistas que no cumplen con el Fisco, famosos que no quieren serlo y Facebook en crisis

Facebook está en crisis. Se alarga la lista de futbolistas que no cumplen con el fisco, Bob Dylan no quiere salir en los periódicos y Facebook está en crisis. Colea el "Brexit", a Putin se le ven intenciones oscuras y Facebook está en crisis. Quedémonos con lo de Dylan. ¿No resulta subversivo que alguien no haga lo imposible por llamar la atención? ¿No se agradece un pelín que alguien no nos cuente su vida en tweeter? ¿No queda un poco tonto que pidan privacidad quienes hacen de ser famoso una profesión? Pues Dylan no quiere ser famoso como la Virgen del Pilar no quiere ser francesa (esto último es un acto de valor; hace falta una notable dosis de coraje para preferir capitanear espiritualmente a una comunidad autónoma española antes que a una república sólida, cohesionada y respetuosa con el cartesianismo). Puede que el Ebro guarde silencio al pasar por el Pilar; eso sí, al otro lado del Ebro hay cada vez más ruido. Pero no se debe hablar de quien, a diferencia de Dylan, hace cabriolas espectaculares por ser famoso. Y Facebook está en crisis. Las llamadas redes sociales multiplican el estruendo; no es mucha sorpresa que queden asociadas a movimientos políticos manipuladores. No tendrían por qué fracasar en esa chapuza, no consta que haya salido bien del todo la política encaminada a construir una sociedad forjada en el espíritu crítico y el pensamiento independiente y alejado del gregarismo. Los futbolistas que no cumplen con el Fisco saben dónde se mueven. Saben que la peña se lo perdonará. Es bastante simple. Si la sociedad se mueve en la dirección de las emociones tribales, queda poco sitio para la reflexión. Las redes son un invento lo bastante reciente para no caer en unos cuantos errores de manual. Los estadios de fútbol también son una red social, y amnistían al tramposo que no paga a Hacienda. Esa chulería fiscal hace poco ruido en los momentos actuales. Hay que perdonarle la chulería fiscal a quien apaga la sed ludópata de los tiempos de Facebook. Por eso es conmovedor que se revuelva ahora el curriculum académico de los responsables políticos: a buenas horas. La gente que se mete a gestionar nuestros asuntos ¿lo hace por espíritu de servicio a la comunidad? La lista de los indocumentados que salen en la tele hablando de la fatiga del Estado autonómico ¿no resulta pelín interesante? Esa fatiga ¿se aliviaría exigiendo preparación a quienes quieren mandar, con lo fuerte que es esa pulsión en una sociedad inculta? Que nuestros políticos se expresen como borregos ¿tendrá algo que ver con la crisis de Facebook? Hay que hacer caso de quien no quiere ser famoso. Y al revés, desde luego. Esto sería la Arcadia. Pásenlo bien.

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