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Alberto Menéndez

Política espectáculo

Malos tiempos para la reflexión

Non son tiempos para la reflexión política. Sólo parece valer lo excesivo, lo imprevisto, lo chocante, lo más impactante, por muy descabellado que sea. Y todo a un ritmo vertiginoso, como para que no dé tiempo a pensar demasiado (o tan sólo algo). Y a lo que se diga en Madrid pues amén. Los delegados asturianos de los líderes nacionales de los diferentes partidos, salvo muy raras excepciones, no van a poner trabas a los jefes. ¡Faltaría más! Habían asegurado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que siempre se solicitaría la opinión de las bases para las decisiones importantes de la política española. Por lo que se ve una moción de censura, como la presentada por el PSOE y apoyada por Podemos, no lo es. Y nadie levanta la voz. Eso sí, se organiza una consulta interna para ensalzar a Pablo Iglesias e Irene Montero tras la compra de un chalet de más de 600.000 euros y participan decenas de miles de personas. Esto sí debe ser relevante. Adelante con el show.

Y mañana, ya, a la carrera, comenzará el debate de la moción de censura en el Congreso. Continúa el espectáculo, que es lo que se busca, y más si las encuestas (esas que se desprecian públicamente cuando no salen como uno quiere) no auguran precisamente demasiado éxito para el partido que promueve la moción contra Mariano Rajoy. Pero si alguien piensa que el presidente del Gobierno va a renunciar a participar en este juego del tú más está pero que muy equivocado. Rajoy tiene su público y no lo va a defraudar. Y, tras la sentencia del "caso Gürtel", ni dimisión ni elecciones anticipadas ni nada. Faltaría más. Tras la demostración de poderío de los Presupuestos, a resistir. Si hay que arremeter contra la sentencia de la Audiencia Nacional se arremete, como hizo Dolores de Cospedal. Mientras, pues Ciudadanos ahí, en terreno de nadie, que es en donde pretende estar Albert Rivera para sacar el mayor provecho posible de todo este desbarajuste político, sin olvidarse, eso sí, de que las propuestas impactantes, aunque sean irrealizables, son indispensables para atraer la atención mediática.

Y los partidos de aquí, de casa, como Foro, ¿van a renunciar a tener su propia representación? Pues no, ¡estaría bueno!, para eso está ahí su líder carismático, Francisco Álvarez-Cascos, que debió pensar que qué mejor momento para lanzar al liderazgo regional a Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón, que la gran fiesta local de Oviedo, el martes de campo. Y abierta así una nueva grieta en la derecha del Principado. Espectáculo al más puro estilo casquista.

Cuando más entremezclado esté todo mejor para el esparcimiento en que se está convirtiendo la política nacional y regional.

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