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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Un Gobierno como un cohete

Este Pedro Sánchez merece el beneficio de la duda. Echando un ojo somero a la conformación de su gabinete se puede colegir una primera conclusión interesante: se rodea de gente más lista que él. Y no es cuestión baladí: muchos presidentes de Gobierno, de comunidades autónomas e incluso alcaldes disfrazan su simpleza haciéndose acompañar de colaboradores cercanos que bucean en la mediocridad. O que en la nadería bracean.

Sánchez inicia su mandato remitiendo mensajes nítidos que tal vez desagraden a algunos de sus compañeros de viaje en el apoyo a la moción de censura contra Rajoy: un ministro de Exteriores catalán más españolista que Manolo el del Bombo. A Torra, presidente del guiñol de la Generalitat, el nombramiento de Borrell le pone "los pelos de punta". Si el titular de la cartera de asuntos extranjeros molesta al independentismo, hasta el PP debería aplaudir la primera decisión del presidente del Gobierno, cuando se le pase el berrinche del descabalgamiento.

Tal vez el nacionalismo catalán hubiera preferido al frente de Exteriores al ministro que ha viajado más lejos y con más altura de miras, el cosmonauta Pedro Duque, que ha cambiado la escafandra por la cartera ministerial, y la comida liofilizada, por el pincho de tortilla a media mañana tras una reunión de subsecretarios.

Piensa Sánchez que con un tipo en el gabinete que viaja en nave espacial su Gobierno va a ir como un cohete. Aunque el nombramiento de Duque se antoja también un mensaje subliminal a Podemos: cuando Pablo Iglesias dijo que su partido iba a tomar el cielo por asalto no cayó en la cuenta de que le adelantaría el PSOE, haciendo el mismo encargo a un astronauta.

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