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Carmen Pérez Novo

Alcohol y cáncer hepático

La ingesta crónica y abusiva de bebidas alcohólicas es el principal desencadenante de la enfermedad

Cada vez es mayor el número de personas que consumen alcohol en exceso. Sin embargo, es más que probable que si en estos momentos hiciéramos una encuesta acerca del alcohol, la mayoría de las personas contestarían que estaban al tanto de que es una sustancia tóxica. Pero, curiosamente, no le damos importancia. Es más, en nuestro entorno, goza de gran permisividad social. Aparte de que muchas personas lo beben habitualmente, también lo utilizamos para celebrar acontecimientos, mejorar las relaciones sociales e, incluso, para cerrar tratos. ¿Y cuales son los resultados de todo esto? Pues muy negativos. Porque son muchos todos los riesgos para la salud que ello conlleva. Debemos tener muy presente que, aparte de la dependencia física y psicológica y del deterioro de las relaciones interpersonales que su ingesta conlleva, también tiene efectos muy destructores sobre el organismo.

Y hasta qué punto. Sigan leyendo con atención y verán que no exagero en absoluto. Hace unos días, me hacía eco de una interesante información, dada en este diario por la doctora María Varela Calvo, acerca del cáncer de hígado. Dicha especialista en aparato digestivo del HUCA, hacía referencia a que su causa principal es la enfermedad hepática crónica avanzada, antes llamada cirrosis, de cualquier origen y que el principal desencadenante es la infección crónica por el virus de la hepatitis C y, fíjense bien, por la ingesta crónica abusiva del alcohol. También hacía especial hincapié en un dato curioso y es que la incidencia en Asturias estaba un poco por encima de la media española, debido al mayor consumo de alcohol y a la mayor prevalencia de la obesidad en nuestra región.

Por todo ello, se hace necesario que cambiemos la percepción de que el alcohol no hace daño. Y, además, tenemos que tomar las medidas adecuadas, si queremos cuidar nuestra salud. Por eso, según indicaciones de la doctora Varela Calvo, lo ideal es no beberlo, por supuesto, pero si se hace, no sobrepasar la dosis de una cerveza, o un vaso de vino al día; por otra parte, en el caso de las mujeres, se recomienda un promedio algo menor.

O sea que, señoras y señores, la doctora Varela Calvo recomendaba cuidar la dieta, hacer ejercicio físico y evitar los hábitos tóxicos, pues el alcohol, la obesidad y el tabaco hacen sinergia con las infecciones virales (hepatitis B y C) y multiplican de manera significativa el riesgo de cáncer hepático.

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