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El quicio

Los vertiginosos cambios recientes en la empresa, en la política y en el fútbol en España

Este país es como una puerta, o como una ventana. Una puerta o una ventana muy mal amañadas, porque no para de salirse del quicio. "Me sobran dos kilos" dice/piensa una bella mujer en biquini, a la que no le sobra nada, en un anuncio de un método de adelgazamiento que he visto en casi todos los digitales. Probablemente se trata de una nueva manipulación sexista de la imagen de la mujer, de esa del anuncio y de todas. Puede, y también puede que a estas horas tengamos un nuevo ministro, o ministra, claro, de cultura y deportes, puede, y que también hayamos perdido -si es que nos apetece incluirnos como sujeto en la selección española de fútbol- el primer partido del mundial. Cuando en una semana se desencaja la puerta, y la ventana, tantas veces, todo lo que escriba en este artículo habrá sido sobrepasado, por desmesura, en menos de veinticuatro horas. También puede que "El Corte Inglés" le haya cortado la cabeza a su presidente y hayan puesto a otro, porque los grandes almacenes tienen capacidad para acabar consigo mismos y eso le tenía muy preocupado a Rajoy cuando todavía estaba en la Moncloa. No sé si al presidente Sánchez le ocurrirá lo mismo, pero debería ocuparse: casi cien mil empleos directos, más que guardias civiles hay en España. Las dos verdes, Corte Inglés y Guardia Civil, son lo que dan sentido y unidad a este país, bueno, y la selección de fútbol y es probable que Rafael Nadal también, aunque desde que hizo unas mínimas declaraciones políticas algunos lo han puesto en cuarentena.

¿Podremos sobrevivir sin selección de fútbol, sin ministro de Cultura, sin Guardia Civil, sin Corte Inglés?? Son tantas cosas, mejor sería apuntarse al método de adelgazamiento que anuncia la chica que cree que le sobran dos kilos. "Naturhouse" se llama, el método no la chica, y por la compra de un "pack express" te regalan dos platos, judías verdes y menestra, de la misma marca. Todo un reto, sobre todo para los que nos sobran más de dos kilos.

Así que volvemos a encajar la puerta hasta que vuelva a salir del quicio, hasta que este país recupere "el orden o curso natural y arreglado" (en ocasiones, hasta el diccionario de la RAE es un poco esotérico). Me cuesta imaginar qué hará la señora del anuncio si pierde España jugando al fútbol. Seguro que abandona la dieta y se echa a la bebida. O puede que se haga budista: en el fondo, es un epítome de todos nosotros.

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