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Tino Pertierra

Sólo será un minuto

Tino Pertierra

La pasajera del viento

Alma: "Cada una de mis arrugas tiene una historia detrás. Acogen experiencias que fueron buenas o malas pero nunca baldías. Son testimonios y testigos, espejos y murallas, grietas y puentes. Todo lo que fui está ahí, todo lo que soy me espera en esos surcos de memoria resistente. A muchas mujeres les asusta porque temen a las voces del tiempo, creen que hacerlas elocuentes las vuelve vulnerables. Y es todo lo contrario. Los hombres no necesitan maquillaje porque cuando nacen no tienen la certeza de que los calendarios jugarán en su contra ante la mirada de los demás. Como si la edad fuera una enemiga y no su mejor aliada, muchas mujeres se empeñan en camuflar lo irremediable y le quitan valor a su propia vida intentando esconder lo más importante de ella: los sueños quebrados, las ilusiones recuperadas, el dolor sin sentido, la dicha compartida y el placer sin cuotas. Los momentos en los que la felicidad era posible y los instantes de congoja impasible. La lluvia que cura y el sol que adormece, los pliegues del alma y los callejones sin salida del corazón. Sé cuándo se cavó cada arruga porque yo estaba allí, en primera fila, y a veces enterraba fantasmas y a veces desenterraba vibrantes fulgores de despertar a la emoción. Son, por así decir, mi cremallera. No la cremallera que me bajaron ni la que bajé sino la que se abre a espacios recónditos donde se trazó mi rumbo hacia horizontes inalcanzables. A veces me detengo ante el espejo y recorro con los dedos mi cartografía de paisajes en los que reí y lloré y amé y odié, y en mis ojos me encuentro con una desconocida que no me resulta extraña, una pasajera del viento con la que he vivido lo mejor y lo peor, y ambas sabemos que en ese viaje no hay nada más bello que las huellas que nunca permitirás borrar".

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