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Tino Pertierra

Sólo será un minuto

Tino Pertierra

El perfume de las sombras

Marlén: "Si la vida fuera como un anuncio de colonia, los hombres serían bellos y seductores, las mujeres arrancarían suspiros con su paso etéreo y los atardeceres serían aterciopelados y las miradas abrasadoras, no habría sombras y al final de cada cita una voz engolada diría algo cursi en francés o inglés.

Pero la vida no huele tan bien ni deja rastros perfumados. Mi padre, que odiaba dar consejos, me regaló uno que nadie suele llevar a la práctica: no critiques lo que no entiendes. Así, en general: arte, sentimientos, deportes, gente. En mi caso, no me entiendo a mí misma por eso no me critico. No me juzgo. Ni prejuzgo. No condeno. Ni absuelvo. Es una forma de respetar lo que hago y lo que dejo de hacer. No quiero una vida perfumada, me basta con que no apeste a resignación y abandono. Sólo los peces muertos siguen la corriente, hago mío ese refrán porque me retrata, y con eso no quiero decir que sea una persona segura de sí misma, con las ideas claras. Y sólidas. ¡Qué va! Soy de esa gente que sólo sabe a quién votar el día después de las elecciones. Pero hay algunas certezas que cultivo con entusiasmo. Por ejemplo, no compro convencida por la publicidad pero sí que dejo de hacerlo por ella si es machista. Y, esto es importante, sé por experiencia propia y ajena que las averías siempre llegan en fin de semana y los pinchazos se producen cuando más necesitas el maldito coche. Además, creo firmemente en las causas perdidas. Por ejemplo, es un error que paraguas no lleve diéresis. Sería la palabra más hermosa del diccionario: dos gotas de lluvia sobre la U, a punto de caer en sus brazos. Esa tontería me define: alguien que prefiere las batallas perdidas de antemano a las victorias decididas desde el principio. Que se perfuma con sombras y nada entre luces con los ojos cerrados".

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