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La Asturias del futuro: tecnología y personas

Extracto del discurso pronunciado por el director general de Sabadell Herrero en la entrega del Premio Ateneo Jovellanos en la Feria de Muestras

El filósofo y Premio "Princesa de Asturias" de Comunicación y Humanidades 2010 Zygmunt Bauman acuñó el término de "modernidad líquida", con el que quería indicar que en la sociedad actual ya no hay certezas y todo es cambiante y por ello más frágil, menos fuerte y confiable? en contraposición con otros momentos de la historia, en los que la sociedad -y por tanto las personas- eran más predecibles, ciertas y certeras, más sólidas y solventes en nuestros valores y más profundas en las raíces de lo verdaderamente importante.

Con ocasión de la entrega del Premio Ateneo Jovellanos al "Desarrollo Económico e Industrial" -en el marco de la Feria Internacional de Muestras de Asturias- en su ya décimo cuarta edición con el apoyo del Banco Sabadell Herrero, parece oportuno citar a Bauman porque su pensamiento explicaría bien el camino que deberíamos seguir en Asturias, apostando menos por conceptos "líquidos" y más por ideas que rezumen solvencia y valores como es el caso de los premiados a los que distingue cada año el Ateneo.

Pienso que este concepto es el mismo que trato de exponer también para el Principado: la apuesta decidida por las personas como eje del presente y del futuro para convertirnos en una comunidad más sólida, más solvente y con más valores.

¿Y qué es apostar por las personas? Sencillamente ponerlas en el centro de todo, apostar por su mejor formación, por que por encima de cualquier reto profesional, por delante de cualquier innovación, lo más importante es y seguirá siendo en cualquier actividad el capital humano. Sólo teniendo una visión humana de cualquier proyecto que se acometa o emprenda en Asturias, seremos capaces de diferenciarnos del resto y situarnos en el grupo de los mejores territorios.

Recientemente, leí en un periódico nacional un diálogo que el filósofo Javier Gomá (sin duda una de las mentes más preparadas de nuestro país) mantuvo con un reconocido actor, y en el que me llamó poderosamente la atención algo que dijo y que ha tenido bastante eco en las redes sociales: "inteligente es el que elige bien los medios para obtener un fin. Sabio es el que elige bien los fines".

Los asturianos volveremos a demostrar (como ya lo hemos hechos en otras muchas épocas) que somos un pueblo verdaderamente "sabio" si tratamos de alcanzar nuestros fines como comunidad centrando nuestros esfuerzos en la búsqueda de la excelencia profesional, la innovación, la apuesta por la investigación y las nuevas tecnologías, pero siempre anteponiendo la razón humana, sus necesidades, y situando a las personas en su sitio y a la tecnología en el suyo.

Con todo ello no estoy restando un ápice de importancia al valor de la tecnología, la innovación, el desarrollo, la investigación, el avance en la robótica o la digitalización? ¡en absoluto!; lo que estoy afirmado es que nada de todo ello tiene sentido sin una mano y una cabeza humana y reflexiva que lidere estos procesos de cambio, de transformación.

En este sentido me gustaría hacer una pregunta: si alguien tuviese dentro de unos años que operarse de cataratas ¿a quién le gustaría tener enfrente en el quirófano?, ¿a un buen oftalmólogo o los "saltones" ojos prismáticos de un robot con un bisturí en su brazo articulado?... Quizá la respuesta debería ser "ambos" trabajando conjuntamente, pero siempre bajo a "atenta batuta" de un profesional que sitúe a las personas en el primer plano de la innovación y la tecnología.

Así, no nos equivocaremos en el Principado si situamos a la Universidad, la Formación Profesional, las nuevas formas de colaboración público-privada para conseguir una preparación acorde con lo que demanda el mercado en el primer lugar de nuestras prioridades.

Tampoco nos equivocamos si situamos la formación en valores como el esfuerzo, el compromiso, el rigor, el trabajo, el respeto, la seriedad y el mérito como catalizadores de nuestra juventud. Y creo que tampoco nos equivocaríamos si tratamos de ganar el futuro de Asturias apostando más por las personas y poniendo en su justo lugar a la tecnología; una tecnología que en su fina ironía cuanto más nos acerca a las personas lejanas, más nos aleja de las personas cercanas.

La Feria Internacional de Muestras de Asturias es el mejor ejemplo de innovación y cercanía a las personas. Luis Adaro Ruiz-Falcó, la persona que la hizo nacer y a la que tanto le debemos los asturianos, dejó escrito hace ya 50 años: "No podemos ser una sociedad de consumo, viviendo simplemente a ras del suelo; es necesario que en esta sociedad se tengan aspiraciones elevadas, y, para conseguirlo, ahí están las inquietudes sociales, culturales, familiares y profesionales".

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