La nueva aspiración española es examinar la tesis de Pedro Sánchez que despierta morbo tras la dimisión de la ministra de Sanidad y el escenario de incertidumbre que se abre para el presidente del Partido Popular. Rivera, consciente de la debilidad del adversario, hurga en la herida. Ha encontrado un filón en la tesis del presidente del Gobierno y en el máster de Casado. Pronto, si no lo ha hecho ya, vendrá Adriana Lastra a aclararnos que todo esto es política. Lastra está en este mundo para iluminarnos.
Con un par de anécdotas, la tesis y el máster, y el problema esencial de España, que es Cataluña, el líder de Ciudadanos está decidido a buscar fortuna en el Congreso después de haber perdido el terreno que le concedían las encuestas. Puede matar más de un pájaro de un solo tiro, y el tiro también le puede salir por la culata.
El Partido Popular habría preferido que Montón no hubiera dimitido para no tener que estar insistiendo en que lo de Casado es distinto cada vez que los socialistas piden que haga lo propio. El increíble hombre cambiante del socialismo dijo a las cinco de la tarde del martes que la ministra de Sanidad, acusada de plagio, estaba haciendo un excelente trabajo y que lo iba a seguir haciendo. Se olvidó de añadir que únicamente durante cuatro horas más, el tiempo que Montón tardó en convertirse en la segunda renuncia del prestigioso Gobierno de Sánchez en sólo cien días y un par de noches.
Entonces el Presidente agradeció a la ministra sacrificada su dimisión: "Gracias. Tu decisión, valiente, te honra".
-No hay de qué.
-Un montón.
