La Nueva España

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Millas

El trasluz

Juan José Millás

Camembert

Un viaje en avión

-Lo malo del aparato digestivo -se queja mi compañero de asiento, en el avión- es que te lo tienes que llevar a todas partes.

Se trata de un tipo de cien quilos, delgado de cara, aunque con una barriga tal que el cinturón de seguridad no le alcanza: le han colocado un suplemento. Frente a mi gesto de perplejidad, añade:

-El aparato digestivo es un alien. Dele usted una vuelta y llegará a la misma conclusión que yo.

Le doy una vuelta y creo que estoy de acuerdo. Personalmente, viviría mejor sin los ardores de estómago que me proporciona el mío, sin las digestiones pesadas, sin la necesidad de comer y descomer cada lunes, cada martes y cada miércoles, etcétera.

-Ahora bien -continúa hablando el obeso patológico-, la boca que no me la quiten. La boca, con sus labios, sus dientes, su lengua, su salivación?

Resulta curioso: basta que el tipo nombre la salivación para que mis glándulas sublinguales se pongan en marcha.

-La salivación está bien -digo con la boca inundada de jugos, tragando sin parar.

-Imagínese -añade el gordo- un tubo digestivo por el que solo pasara la saliva. Estaría siempre limpio, no se inflamaría, no tendría pólipos y tampoco necesitaría los líquidos digestivos que fabrican el páncreas o el hígado, el puto hígado.

-No necesitaríamos el páncreas -repito yo recordando a un amigo que ha muerto por culpa de esa glándula, en el caso de que sea una glándula.

En esto, la azafata nos informa acerca del menú, pues se trata de un vuelo largo, que incluye el almuerzo. Podemos elegir entre setas con paté o pimientos rellenos de marisco de primero, y una carne a la brasa o un pescado al limón de segundo. Menciona también diversas variedades de vinos cuya sola mención excita todo mi sistema neuronal, pues hace horas que ni como ni bebo.

Al poco estamos dando cuenta del menú con el placer uterino que proporciona el interior del avión.

-Tampoco está mal alimentar al alien -dice mi compañero.

-Tampoco -digo yo untando el camembert del aperitivo en el panecillo integral.

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