Calladitos deberían estar los representantes de los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, y de paso también Foro Asturias, en lo que se refiere al protagonismo respecto al tramo de autovía entre Onzonilla y Benavente y el peaje de la autopista del Huerna. Es como si unos y otros se hubieran olvidado de lo que realmente pasó con esta vía de comunicación, que hay que recordar que se abrió al tráfico hace sólo quince años, en diciembre de 2003.
Fue un Gobierno socialista el que en la década de los noventa del pasado siglo dio el visto bueno a un convenio entre el Ministerio de Obras Públicas y Aucalsa (por entonces empresa pública propietaria de la autopista asturleonesa) por el que ésta procedería a la construcción y explotación del nuevo tramo entre Onzonilla y Benavente, continuación de la autopista de pago entre Campomanes y León. Estaba todo dispuesto y si este convenio no se llevó a efecto fue porque el Consejo de Estado emitió un informe negativo (no vinculante) basándose en que el proyecto debería someterse a un concurso público, cosa que no se había hecho. Y no se había hecho porque el Gobierno socialista consideraba que los 79 kilómetros entre León y Benavente eran un añadido a la autopista asturleonesa. Sin embargo, no era así para el Consejo de Estado.
Y ahí quedó aparcado durante unos años este tramo de autopista o de autovía. El PSOE no movió ficha y en 1996 llegó al poder el PP de José María Aznar. Pero no es hasta 2000 que se retoma al proyecto con Francisco Álvarez-Cascos como ministro de Fomento (Rafael Arias Salgado ya había allanado algo el camino). Pero a la vez que se dio carpetazo a la autopista de pago entre León y Benavente, Cascos amplió la concesión de la autopista del Huerna hasta el año 2050. Según él para poder reducir el coste de sus tarifas, "porque para abaratar un peaje hay que aumentar los años de concesión".
Lo cierto es que ahora, por la falta de previsión de unos y de otros, Asturias cuenta con la comunicación por carretera con el centro del país más cara de España. Y, además, a diferencia de otras comunidades autónomas, tiene muy complicada la liberación del peaje de la autopista que la une con la Meseta, lo que penaliza a los asturianos como a ningún otro español.
Vistos estos antecedentes resulta sorprendente escuchar a la portavoz del PP en la Junta General, Mercedes Fernández, exigir al Gobierno central socialista que acabe con los desagravios a los ciudadanos de esta región por el peaje del Huerna; a los socialistas, de aquí y de Madrid, culpando de todo al PP y en especial a Álvarez-Cascos (sin una gota de autocrítica), y al actual vicepresidente de Foro justificando como excelente su decisión de ampliar la concesión de la autopista Campomanes-León hasta el año 2050.
Y, ¡por cierto!, alguien debería responsabilizarse del mal estado del firme de la autovía entre León y Benavente. Que en sólo 15 años haya llegado al actual deterioro demuestra que algo se hizo mal, muy mal. ¿Serían las prisas?
