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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Hispanidad "is diferent"

Tal vez habría que empezar a plantearse la suspensión de la parafernalia militar y cortesana de las celebraciones festivas del 12 de octubre, a fin de evitar esperpentos como los vividos el pasado viernes. En tiempos de paz y calma chicha no tiene sentido la exhibición de músculo gratuito de un desfile de todos los ejércitos. Ese tipo de manifestaciones son más habituales de regímenes totalitarios que disfrutan mostrando al mundo que la tienen más larga (la lanzadera de misiles); sin embargo, debería huirse de ellas en democracias que ya han superado la edad del pavo. Nos evitaríamos, además, el bochorno de un montón de soldados bailando, sin romper filas, Paquito el Chocolatero al ritmo ligero de la banda de la Legión.

También habría que prescindir del besamanos a los Reyes en palacio. De esa forma se evitaría también el sonrojo del presidente del Gobierno y la primera dama a causa del "error de protocolo" (eufemismo acuñado por la Casa Real para paliar la metedura de pata, seguramente inducida, de Sánchez y señora) tras el saludo inicial a Felipe y Letizia. La ley 18/1978 que consagra esta fecha como fiesta nacional relata que el 12 de octubre simboliza la efemérides histórica en la que España, "a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un periodo de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos". ¿Alguien puede creer que algunos de esos preceptos legales se cumplen hoy? ¿Construcción del Estado o destrucción? ¿Pluralidad política o adocenamiento? ¿Integración de los reinos de España o separatismo? ¿Proyección cultural y lingüística o manipulación?

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