Un reportaje del domingo 14 de octubre en el periódico LA NUEVA ESPAÑA, sobre lo que parece el renacimiento de una nueva campaña que desempolva el ancho ibérico para la eterna variante de Pajares, me ha hecho saltar del sillón y exclamar: ¡no me lo puedo creer, otra vez al ataque y en cruzada de los oligopolios del transporte aéreo y por carretera!
El objetivo de la nueva cruzada está claro a mi entender: retrasar la obra de ferrocarril Madrid-Asturias todo lo que se pueda con renovados debates sobre el tipo de vías o lo que sea. En cualquier caso, cortar de raíz la minoración de los tiempos de los viajeros. Eso sí, solo en Asturias y su salida a la Meseta. En el corredor Gallego, Mediterráneo o Y vasca no existe ningún problema técnico.
Pero no nos engañemos: el PP de Mariano Rajoy y su ministra Ana Pastor impulsaron la teoría de que Asturias era distinta al resto de comunidades, a pesar del tremendo gasto ya efectuado en la obra ferroviaria de 3.000 millones de euros. Durante la legislatura 2011-2015 suyo fue el proyecto de equipar un solo túnel y con ancho ibérico. Fui testigo privilegiado de la desvergüenza política y tuve la ocasión de dar testimonio desde el atril del Congreso del papel de desprecio a Asturias por parte del Gobierno del PP. Los socialistas no decían ni palabra, porque estaban de acuerdo desde el principio de los tiempos, allá por el periodo carbonífero que tanto les gusta y cuyas consecuencias tanto detestan.
En 2015 el pacto PP-Foro logro revertir la situación -perdón por ello- y Mariano Rajoy aceptó una modificación sustancial del proyecto. Los dos túneles en actividad, con ancho europeo uno para viajeros y ancho peninsular o ibérico el otro para mercancías. Es decir, tráfico mixto posibilista.
Asturias cabalgaba hacia la modernidad del transporte ferroviario, que hacía que el transporte por carretera o avión fuese menos competitivo para el ciudadano. Eso claro no le viene bien a los grandes poderes, como las compañías aéreas -Iberia- con el monopolio de los precios y servicios o de transporte por carretera como Alsa.
Eso es lo que ahora se titula por alguno como "el chantaje de Foro al PP". Y yo me pregunto: ¿quién se lucra en Foro? ¿A quién beneficia o a quién perjudica la mayor rapidez del transporte? Por supuesto a las mercancías o industria no, porque para ellas lo esencial es la seguridad y la regularidad de tiempos. A los únicos que beneficia la rapidez es a los viajeros. A la sociedad de Asturias, tanto en coste económico como en tiempo.
En un artículo mío en 2015, con motivo del fin de la legislatura en la que me honré en representar a Asturias en nombre de Foro, observaba "?FORO, con la defensa de Asturias en el conjunto de España, entró en el Congreso, y por ello puso sobre la mesa un día sí y otro también los valores como país frente a situaciones de decadencia de todo orden, por los reiterados olvidos, omisiones y actuaciones que transgreden la Constitución Española en su artículos 2 y 38".
"?Foro está cumpliendo con su identidad de origen, aunque aún muchos no lo vean claro, o lo vean con las gafas de cerca, o quizás ni lo vean, por su afición a actuar como ciertos productos con propiedades 'tenso-activas' del tipo Fairy que dispersa y disgrega donde se planta o actúa. ?.".
Los asturianos debemos mantener el derecho y el deber de la rebeldía; a no estar en la marginalidad de las regiones; a impedir que nos pisoteen; a gritar fuerte y claro que no nos tomaran el pelo nuevamente desaprensivos desde la vida pública, a la que no sirven y sí se sirven de ella para sus intereses personales; a que se oiga la voz de Asturias en los ayuntamientos, en el Parlamento regional y en el Parlamento nacional, con una voz política propia, y no colonizada ni sobornable por ningún lobby socio-político de dentro o de fuera que hable en nombre de las mercancías y no de las personas.
¿Desde cuando la rapidez y economía del transporte de viajeros es subsidiario del transporte regular de mercancías? Que no venga nadie con nuevas historias técnicas o de técnicos que moran en el valle de las sombras; o nuevas promesas de rapidez en la tramitación de nuevos proyectos para las instalaciones de vías, catenarias y puesta a punto.
A Asturias sólo le valen las pruebas de seguridad de los trenes, el horario comercial y precios de los mismos en velocidad europea como el resto de las comunidades autónomas españolas. No abran nuevas brechas en nuestro futuro, ni nos tomen por el muñeco del pim pam pum político, aunque solo seamos un millón de asturianos.
