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Eloy Méndez

Pase al hueco

Eloy Méndez

Y ahora, ¿qué?

La continuidad de Baraja tras dos empates en Copa y Liga

Hagamos un poco de "fútbol ficción". Pongamos que el Sporting gana mañana su partido ante el Córdoba, como desea cualquier seguidor rojiblanco de bien, por lo que Baraja conserva su puesto. A partir de ahí, desarrollemos dos hipótesis:

1) El mismo equipo que el domingo sufrió para amarrar un empate sin goles en el campo de un rival en descenso, al margen de injusticias arbitrales, se convierte en una máquina perfectamente engrasada que deja de depender de su portero para puntuar e, incluso, lanza entre los tres palos del adversario. El delantero de los dos millones y medio rompe aguas y empieza a ver puerta sin solución de continuidad. Y, tras la Navidad, la plantilla ya se codea con los de arriba para luchar por el ascenso directo, como es su obligación por historia, galones, masa social y presupuesto.

2) Baraja salva el match ball con la victoria después de haberse librado de la destitución con un empate y penaltis en Copa ante los suplentes del Rayo Majadahonda y otra igualada en Cádiz. Pero no es capaz de abandonar sus planteamientos ultraconservadores fuera y, en casa, se produce algún pinchazo. Las gentes rojiblancas se enfadan y los pitos van en aumento. Cuando aún faltan unas semanas para Navidad, se produce un cambio de entrenador, con el horizonte de acabar la Liga lo mejor posible. El cabreo se dirige entonces hacia el director deportivo y la temporada que viene, él mismo u otro, confecciona un plantel con una decena de fichajes escasamente conocidos, pero que se venden a bombo y platillo.

¿Cuál de las dos opciones parece más factible? El corazón del aficionado apunta a la primera. Pero la experiencia de lo vivido, no. A ver si esta vez se da la excepción que confirma la regla.

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