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Casado y la hispanidad

Una recomendación al líder del PP para que curse un máster sobre la Historia de la América hispana

Lo cierto y verdad es que me había prometido que no volvería a escribir ningún artículo más criticando a los dirigentes políticos del PP. Pero me lo están poniendo muy difícil. Las declaraciones de Pablo Casado el pasado domingo al iniciar la campaña de las elecciones andaluzas están tan fuera de lugar y suponen un desconocimiento tan profundo de la Historia y llevan una carga ideológica tan burda que uno no puede dejar de hacer referencia a ellas ya no para comentarlas, sino para tratar de comprenderlas y saber a cuento de qué vienen tales barbaridades, es decir, a qué parroquia electoral van dirigidas o a quién quiere atraer con ellas.

Porque me parece imposible que, a pesar de los caminos tortuosos por los cuales el presidente del PP aprobó sus másteres y consiguió la convalidación masiva de sus asignaturas, que haya dicho las barbaridades que ha soltado creyéndoselas él mismo o dejándoselas endosar por el negro que le escriba sus intervenciones. Sería aceptar que este señor no tiene la talla cultural mínima que se le supone que debe de tener alguien que puede llegar a ser presidente de nuestro país.

¿Se trata de una estrategia para uncir a su carro electoral a ese sector de la ultraderecha que comienza a tomar cuerpo y que predica un nacionalismo patriotero acrítico que considera, como Rajoy, que la nación española es la más antigua de Europa o que la entienden como una realidad metafísica, eterna, como una unidad de destino en lo universal a la que el descubrimiento y colonización de la América hispana le correspondió como misión divina para sacar a los indios de su paganismo? Si es así uno lo puede entender, pero, desde luego, no aceptar, porque sería, por decirlo suavemente, alimentar ideas y valores de los que no se participa por razones únicamente instrumentales y difundir ideas e interpretaciones que no se sostienen y que difícilmente, creo, los sectores ilustrados y conscientes del PP podrán aceptar.

Desde luego, la otra alternativa es mucho peor. Si realmente se cree Casado de verdad las afirmaciones que ha difundido en su intervención demuestra una ignorancia y una falta de madurez intelectual tal que clama al cielo. Ni siquiera, creo, algunos de los historiadores de la ultraderecha podrían validarlas (aunque me temo que muchos sí). Que el hecho más importante de la historia universal sea el de la Hispanidad, como ha dicho, no sólo es un despropósito histórico, sino que es una afirmación que lleva implícita una valoración y una carga ideológica que la invalida como un hecho histórico objetivo. Quizás sólo en las más laudatorias alabanzas de la Hispanidad en la etapa del franquismo no como afirmación histórica, sino como elemento de propaganda, se haya llegado a decir tal cosa.

Lo que, en realidad, podría esperarse en este último caso, esto es, si las afirmaciones de Casado no son meramente instrumentales, esto es, utilizadas como gancho electoral para atraer a su redil político esa extrema derecha que aparece en el horizonte, y se las cree de verdad, es que, al menos, fuera coherente con la propia ideología liberal que dice seguir. Porque lo coherente con tal ideología sería su adhesión a un nacionalismo democrático que no deja de ser una ideología respetable y de gran tradición en el liberalismo español de la primera mitad del siglo XX, para el que la acción colonial española en América, lo que Casado nombra con el término cargado de ideología franquista de Hispanidad, siempre fue valorada con un saldo positivo reconociendo las sombras que también se proyectaron en esa labor colonizadora. Le recomiendo al líder del PP que lea a Rafael Altamira que fue el intelectual liberal institucionista que mejor desarrolló esa visión de la acción española en América.

En fin, el colofón de sus declaraciones haciendo referencia a la intervención de la iniciativa privada en la empresa americana no es sino un anacronismo fuera de lugar para hacer mención, deduzco, de los prestamistas a los que acudió la reina Isabel para financiar el viaje colombino, que sus buenos dineros sacarían con sus préstamos siempre al nivel de la usura. O a los contratos de la Corona con los conquistadores

La verdad es que parece difícil decir tantas barbaridades en tan pocas palabras. Le recomiendo al líder del PP que para no caer en tales simplezas, cualquiera que sea su finalidad, se matricule en un máster sobre la Historia de la América hispana. Eso sí, procurando elegir con sumo cuidado la institución académica que lo imparta.

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