La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

El discurso comienza a sufrir mutaciones

Baraja empieza a matizar los objetivos del Sporting y parece que su paciencia con Djurdjevic se agota

Dice Rubén Baraja que no vive en una realidad diferente a la del resto. Otra cosa es cómo explique esa realidad de puertas a fuera, aunque lo importante sea lo que diga a los suyos cuando no hay testigos delante. Pero aún así, y a pesar de que el discurso del Pipo está ausente de estridencias, el pucelano viene dejando en las últimas semanas algunos mensajes de los que pueden hacerse lecturas para nada halagüeñas sobre el futuro del Sporting. O no.

Sea lo que sea, el discurso de Baraja empieza a sufrir mutaciones. La realidad después de diez jornadas es la que es. Nada hay ganado, ni nada hay perdido. El Sporting está a tiempo de todo, pero Baraja ya comienza a hablar -lo hizo antes del partido en el Carranza- de que el de esta temporada es un proyecto a largo plazo. Será ese el motivo por el que a la Babilonia rojiblanca aún le queda un largo camino para convertirse en un reloj suizo de alta precisión.

Mientras el técnico sigue buscando fórmulas para que el reloj de las horas cuando toca, ya advierte de que nadie prometió arrasar en la Liga. Esto puede entenderse como que lo de optar a los dos primeros puestos puede ser complicado. Así que, ¿objetivo la promoción? Puede, de momento está a un pequeño paso de dos puntos. Pero para darlo el Sporting necesita volver a ganar. Y hoy toca el Córdoba, que llega con el agua al cuello. Para tratar de superar a los de Sandoval, viejo conocido y al que habrá que esperar cómo recibe la grada después del "nos vamos a comer al Sporting por las pelotas" del año pasado, Baraja medita algún cambio en el once respecto al de Cádiz. Y no cualquiera.

Todo indica que tras nueve partidos consecutivos como titular, Djuka y su ansiedad por no ver puerta van a tener un tiempo de reflexión en el banquillo. Con Blackman sumando ya más tiempo en la enfermería que en el campo, la alternativa es Neftali, delantero que llegó este verano a prueba y se quedó para estar a medio camino entre el filial y el primer equipo. Curiosa evolución la suya: de un "casting" estival a primer delantero que puede sentar al fichaje más caro de la historia del Sporting. Si algo tiene Baraja es que no mamonea con casi nadie. Por lo que no debería extrañar si al final acaban en el banquillo los 2,5 millones del fichaje estrella de Torrecilla.

Esta noche de despejarán las dudas. También sobre el estado del ánimo de la afición. El último partido en casa acabó en bronca y con pancartas contra el técnico. El Sporting salvó la semana con la clasificación para la siguiente ronda de la Copa y un empate en Cádiz. En otro contexto el balance no sería malo, pero el juego no convence y la grada recela de un proyecto cargado de fichajes foráneos siguiendo una política que invita a rememorar tenebrosos episodios que acabaron en una quiebra deportiva, social e institucional sin precedentes. Aunque la realidad es que ahora mismo lo que le falta al Sporting es fútbol, mute o no mute el discurso. Por si acaso, el club ha firmado un convenio de colaboración con el instituto Johan Cruyff. A ver si se le pega algo a Baraja y a los suyos. De ilusiones también se vive.

Compartir el artículo

stats