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Vicente Montes

La responsabilidad no es sólo pública

La garantía en la prestación de servicios básicos, como la luz o el teléfono, obliga también a las empresas

A cualquiera le parece sorprendente que hayan sido necesarios cuatro días para restablecer el suministro eléctrico en algunos puntos de Asturias afectados por la nevada de octubre. Con ello nadie pone en duda el trabajo de los operarios que, en jornadas maratonianas para tratar de llegar a los puntos afectados, se han esmerado en reparar torretas derribadas o tendidos eléctricos afectados por árboles caídos.

Pero la responsabilidad en algunos servicios no sólo está en las administraciones públicas, a las que en última instancia hay que pedírsela, sino también en empresas que prestan servicios hoy en día esenciales y básicos. Esto puede aplicarse no sólo a las empresas eléctricas o a las telefónicas, como ha señalado el Gobierno del Principado, sino también a las concesionarias de autopistas, por ejemplo. Ello no supone que las autoridades puedan despojarse de lo que les corresponde, claro está.

Al igual que en los pasados pavorosos incendios se comprobó que algunos cortafuegos no estaban limpios, ¿las servidumbres de las líneas eléctricas cumplen con las debidas exigencias? Si queremos combatir el despoblamiento en Asturias y favorecer los asentamientos en los pueblos, ¿contribuye a ello que una nevada como otras tantas deje sin suministro eléctrico y aislados a miles de vecinos durante días enteros?

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