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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Pocas luces navideñas

La polémica con los comerciantes que este año no tendrán adorno luminoso

El adelanto de la Navidad -hace semanas que los supermercados exhiben mazapanes y turrones como si anduviéramos ya en las vísperas de la misa del gallo- puede tener consecuencias nefastas para el equipo de gobierno de Gijón, al que se le echan encima comerciantes de un buen puñado de calles que este año no dispondrán, según parece, de ornamentación luminosa navideña. O sea, que en vez de cantar Noche de Paz, la Alcaldesa y su muchachada van a recibir un aguinaldo de exabruptos y malsonancias, campana sobre campana.

Hay que tener pocas luces para crearse un problema a cuenta de adornos y bombillas navideñas, es como acudir con pandereta y zambomba a un entierro. Si bien el Ayuntamiento de Gijón sigue este año a pies juntillas la recomendación de la Sindicatura de Cuentas, que considera que el pasteleo con la Unión de Comerciantes para el reparto de la iluminación no es de recibo. De ese supuesto a encender a comerciantes del centro y La Calzada media un abismo led.

Se reconoce la gestión del iluminado decembrino como uno de los aciertos del gobierno local desde su acomodo en la Casa Consistorial, hace ya dos mandatos. Eso lo hicieron bien, hay que reconocerlo. En su última Navidad del cuatrienio, Moriyón no va a contrariar gratuitamente a comerciantes agraviados. Rectificará, que es de sabios equivocados.

La oposición denuncia que el Ayuntamiento vive una época de oscurantismo, que no hay interruptor que encienda la ciudad. Ocurre que la oscuridad no existe. La oscuridad es falta de luz y no se atisba sobre el horizonte municipal ni un halógeno ni un fluorescente.

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